El Vivero Forestal Central ha producido en la última campaña 1,5 millones de plantas y ha desarrollado nuevos programas de mejora genética.
La lucha contra el cambio climático, la fijación de CO2, la conservación y mejora de hábitats, así como el fomento de la biodiversidad o el respeto al conjunto de usos del territorio son algunos de los cambios más importantes introducidos en los criterios de repoblación en los últimos años que se han venido introduciendo en la necesaria actividad repobladora.
El Vivero Forestal Central, que nutre de plantas para la repoblación a todo el territorio de Castilla y León, ha introducido como principales novedades a tener en cuenta todo lo relacionado con las cuestiones genéticas, conservación de recursos genéticos y programas de mejora genética. En la última campaña, el Vivero ha producido 1,5 millones de plantas, 950.000 pinus y otras coníferas, pero también ejemplares de encinas y robles, chopos, fresnos, almendros, serbales, abedules y otras frondosas.
En los últimos 30 años se han repoblado en Castilla y León 415.000 hectáreas y actualmente existen diferentes tipos de actuaciones que tienen por objeto la plantación de árboles que actualmente cuentan con diferentes líneas de ayuda. Por un lado, la reforestación, destinada a incrementar la masa forestal, que pretende recuperar el espacio forestal, tierras agrícolas marginales o en proceso de abandono. Esta línea está dotada con más de 37 millones de euros para nuevas plantaciones y con más de 23 millones para su mantenimiento. Dentro de la reforestación, existe otra línea de actuaciones en plantaciones productivas, financiadas al 40 % por la Administración autonómica. Las plantaciones subvencionadas tienen que acreditar una mejora genética o biológica y mayor rentabilidad. Este programa en plantaciones productivas está dotado con 2,8 millones de euros.
Otro tipo de actuación es la restauración, que engloba las ayudas para la reparación de los daños causados a los bosques por incendios forestales, desastres naturales y catástrofes. Estas actuaciones se gestionan a través de una línea de ayuda para montes privados y de entidades locales. Dentro de esta línea, se acometen labores de eliminación de restos y repoblación forestal de la zona afectada; unas actuaciones que tratan de detener los procesos de erosión y minimizar el plazo de recuperación del valor ambiental y económico del monte. Este programa está dotado con 7 millones de euros.
Durante la visita al Vivero, el consejero ha destacado otros programas en los que está trabajando actualmente la Consejería de Fomento y Medio Ambiente relacionados con la mejora genética.
El programa de mejora de grandes productores de piña ha logrado la selección de cinco clones comercializables y la instalación de un campo de plantas madre que suministrará púas regularmente en pocos años, y se va a empezar a suministrar a los viveros planta injertada y púas para injertar proveniente de la selección de clones.
Otro programa en el que se trabaja es el de conservación del tejo, enmarcado dentro del proyecto europeo Life Baccata, en el que participan agentes medioambientales y los técnicos provinciales que han recogido más de 5.000 estaquillas de tejo, que se han llevado al Vivero con el fin de obtener nuevas plantas para su posterior plantación en las zonas determinadas. La Consejería se encarga del cultivo y plantación de 60.000 plantas de especies características de las tejedas.
El programa de conservación de la diversidad genética de los chopos autóctonos permite a la Consejería la identificación de diversas especies de chopo y el establecimiento de un campo de plantas madre que suministre estaquillas y varetas con diversidad. Este campo permite suministrar mezclas de clones para su utilización en zonas degradadas donde no exista posibilidad de recoger material en cantidad ni diversidad suficiente.
Por último, el programa de maderas de calidad, que lleva más de una década en desarrollo, ha permitido comercializar cuatro clones de cerezo y dos de serbales para madera de alta calidad. Existen diversas parcelas de ensayo destinadas a este programa. Las plantas se producen primeramente en el laboratorio del vivero mediante técnicas de cultivo in vitro, se endurecen en contenedor y posteriormente se venden a los viveros para recrecerlas y poner en el mercado una planta robusta y de gran calidad.
Los programas de mejora no se basan en organismos modificados genéticamente, sino en la selección de características sobresalientes y en la clonación de estos ejemplares. Los programas de conservación, por el contrario, buscan garantizar la diversidad genética de poblaciones amenazadas o empobrecidas genéticamente.