Última jornada de Liga en la que los de Sevillano, quien apuesta por realizar rotaciones en Son Moix, no se juegan nada tras sufrir en sus carnes una campaña demasiado “agónica”.
Al fin, un encuentro plácido y ameno para el Río Duero, que cierra este sábado la Superliga Masculina 2018-19 en el Palau Municipal de Son Moix (18:00 horas) ante el Urbia Voley Palma del brasileño Marcos Dreyer. El carioca, que estuvo de visita por Soria el pasado domingo 24 de marzo, le aseguró a Soria Noticias que se alegraba de la permanencia conseguida por el bloque dirigido por Manolo Sevillano, “un buen amigo mío”. En un encuentro intranscendente, el Río Duero ha pasado de jugárselo todo en la penúltima jornada de la fase regular a no jugarse nada en la última. Bendita tranquilidad.
Certificaron la permanencia el sábado pasado ante el CV Melilla y cumplirán 32 temporadas consecutivas en la élite del voleibol nacional. Después de estar con el agua al cuello toda esta Liga, ¿quién le iba a decir al Río Duero que afrontaría un encuentro tranquilo en la última jornada? Han tenido que transcurrir 21 partidos para que los de Sevillano, cansados de sufrir, se centren en disfrutar sobre la cancha. De hecho, en la Cámara de Comercio, el entrenador-jugador de Rioseco anunció rotaciones en Palma de Mallorca. Jugarán los menos habituales.
Después de tantas jornadas dañinas, que dejaron al Río Dueron entre la espada y la pared el pasado sábado, en un match ball, Soria las verá venir en Palma. Nada en juego más que acercase a un “objetivo pequeñito”. Sevillano, en rueda de prensa, lo representaba físicamente, jugando con los dedos. “Buscaremos puntuar para ser octavos y no acabar siendo novenos”, determinaba el entrenador-jugador. El Río Duero ya no estará implicado en la final más “pura” de la última jornada entre el CV Melilla, un equipo que se mostró “muy desmoronado” ante los sorianos, y el FC Barcelona. “Quien pierda, desciende”, precisaba Sevillano. A los celestes no les salpicará tal drama.
El Voley Palma invita al Río Duero a surfear un mar balear en calma. “Nosotros haremos rotaciones. Ambos no nos jugamos nada. Se puede dar el caso de que los dos juguemos con los menos habituales”, aclaraba Sevillano sobre la confirmada presencia de los deportistas con menos minutos en su haber. Para ahorrar dinero y no gastar más de lo necesario, Elías Terés, segundo técnico del Río Duero, se queda en tierra, entre otros muchos integrantes del club que también lo harán. Solamente viajarán el mismo Sevillano, Ignacio Sánchez, Jaime Pérez, Luis Martín, Retuerto, Víctor Méndez, ‘Vinu’, Manu Salvador y Javier Izquierdo. El Río Duero tiene la última oportunidad de ganar fuera de casa, ante un rival al que ya ganó (3-2) en la ida en Soria.
“Alivio total” tras el 3-0 que le endosó el Río Duero al CV Melilla en Soria. “La agonía ha sido larga…”, suspiraba Sevillano en rueda de prensa. “Empezamos con el pie torcido. Llevamos en apuros desde la primera jornada”, resumía el líder de los celestes. Cada vez que el Río Duero intentaba “levantar la cabeza”, su irregularidad le daba “un guantazo” para devolverlo a su “realidad”: altibajos y más altibajos, la dinámica en este curso. Sevillano se acordó de la reivindicación de Luis Martín en este último tramo de la temporada: “En el caso concreto de Luis, ese paso que ha dado en este mes espléndido nos sirve para quedarnos en la Superliga. ¡Seguro!”, alababa.
Momento idóneo para hacer balance de la temporada 2018-19. “Respecto a los aspectos negativos, los altibajos y el estar tan abajo en la tabla” han condenado al Río Duero. En cuanto a lo positivo, “el equipo ha respondido en casa cuando estaba con el agua al cuello”, precisaba el soriano. El Pabellón Los Pajaritos, “donde nos hemos mostrado imparables”, ha salvado a un Río Duero penalizado a domicilio. “No por derecho, pero si hubiésemos sumado alguna victoria fuera, ahora estaríamos situados en la sexta plaza, la que nos podría corresponder”, analizaba Sevillano sobre esa balanza descompensada. A la postre, “menos mal que Soria ha sido un fortín”.
Sevillano entró a valorar su doble faceta, entrenador-jugador. “Siempre es mejor que haya un solo entrenador. Es mejor que una persona no sea entrenador-jugador. A muchos entrenadores no les cuadra. Al final, al estar en una doble tarea te pierdes cosas. Entrando de lleno en la actualidad del club, si yo me quito de una de las dos cosas significará que el Río Duero ha de traer a otra persona, y al club no le sobra un duro”, argumentaba sobre su función, que seguirá siendo tal en la temporada 2019-20.
Sobre si se ha sentido cuestionado a lo largo de esta irregular campaña, “doy por hecho que se cuestionarán muchas decisiones que tomo; no me arrepiento de ninguna”, aseguraba.