La opinión de Roberto Vega, entrenador de base.
Hace 20 años Jesús Gaspar Alcubilla presidía en librería Macondo de la calle Zapatería parecida estampa que el pasado 21 de marzo en la sala Gaya Nuño del Círculo Amistad Numancia. El Casino desde el Collado y al atravesar su zaguán te lleva a una arcadia.
Como tengo guardados los reportajes que Diario de Soria (Julián de la Llana) y Heraldo Soria 7 días (Susana Gómez Redondo) hicieran de los Cantos heroicos puedo deducir nuestra juventud y los 75 años de don Antonio Ruiz que, si no recuerdo mal, nos reuniría semanas después en Galería Arco Romano de Medinaceli. En todo caso fui invitado para asistir a momentos donde sobreviven los poetas.
Ahora una editora (Lidia López, Lastura), antes un editor quien nos cobijara en la revista Abanco Cosas de Soria como Antonio Ruiz Vega. Y fue transcurriendo el paso del tiempo de la tarde muy adentro de la arcadia edificada o Casino centenario.
La presentación de La Sierra florecida realizada por César Ibáñez fue agradable, incluido el múltiple recital de prosas poéticas que destapan tanto patrimonio desmoronado, tanta riqueza de naturaleza poderosa y su vocabulario, los mitos de la infancia perdida y esos nervios perennes de un poeta en vísperas de la manifestación autóctona en Madrid del día 31.