Cuando la rutina diaria se convierte en una carga y en agobio, quizás haya llegado el momento de desconectar. Cuidar la salud y la belleza puede ser un buen respiro. Un artículo de Lorena Martínez.
En ocasiones, cuando no podemos más es mejor parar, respirar y saber hacia dónde queremos llevar nuestra vida o rutina. Este es el deseo de muchas personas: disfrutar de un tiempo libre de las ataduras de horarios, imposiciones y normas rutinarias. Sí, es como si estuviéramos hablando de las vacaciones. Pero muchas veces las vacaciones no son realmente para desconectar y descansar, sino más bien suelen ser un tiempo de estrés. Por eso, sencillamente, aunque sean unos días, debemos dejarnos llevar por lo que nos apetezca y hacerlo realidad. Pueden ser dos días o lo que te sea posible, pero ese tiempo te ayudará a encontrarte mucho mejor.
Cada persona tiene sus propias necesidades vitales, pero todos coincidimos en algo: a veces nos sentimos absolutamente abrumados y estancados. Y, de repente, necesitamos un cambio de dirección en nuestra vida o en nuestra carrera profesional, aunque no siempre es posible por diferentes circunstancias. Pero de vez en cuando, hay que romper con la rutina diaria. A veces simplemente basta con tomar un poco el aire para volver de nuevo a una actividad previa, pero es importante que te tomes el tiempo necesario para recargarte de energía. De nada sirve que salgas una mañana al campo, si estás pensando que a las dos tienes que tener preparada la comida. Además de ser un tiempo precioso, para mejorar no sólo nuestra mente sino también nuestro cuerpo, puede ser un momento espléndido para cuidar nuestras relaciones interpersonales.
En ocasiones, cuando estamos estresados, no nos da tiempo a cuidarnos físicamente. Es decir, si vamos al gimnasio con la hora pegada y siempre deprisa, no seremos capaces de desconectar realmente lo que necesitamos. Además, prepararse una mascarilla o ir al centro de belleza supone un esfuerzo casi imposible de realizar.
Por ello, en ese tiempo de descanso o desconexión procura dedicarte a ti. Es un tiempo para mimarte tanto física como psicológicamente. Es una forma de parar y ordenar tu mente para que así luego todo fluya de una forma más fácil. Es momento, además, para que empieces a practicar yoga o incluso meditación. Esto te ayudará a tu vuelta para el día a día.
Otra buena idea es que simplemente salgas a caminar, será la forma de que encuentres una rutina diaria para volverte a sentirte mucho mejor. De esta manera, te mantendrás en forma y verás los resultados en tu cuerpo. Además, tus células se oxigenarán.
No te olvides de respirar profundamente. Y si hay algo de tu cuerpo que no te gusta, será el momento para que te pongas a solucionarlo. Acércate a tu centro de estética, y no dudes en preguntar por aquello que pueda hacerte más feliz y sentirte más bello o bella.
Pregunta por tratamientos en cabina, por masajes, por todo aquello que se te ocurra y date un capricho. Lánzate a lo que de verdad te relaja y te hace feliz.
Aprovecha estos días para darte un baño, hacerte una mascarilla casera, o incluso para aprender algo de nutrición. Eso te ayudará para mantener un cuerpo esbelto, y facilitará la elección de los menús en tu día a día a la vuelta.
Es importante parar a tiempo, si nos sentimos absolutamente abrumados. Cada vez es más habitual encontrar en personas jóvenes cuadros severos de estrés, e incluso enfermedades provocadas por el ritmo frenético del día a día. Cuidar el estado físico te aportará un bienestar que te sorprenderá.