La lluvia ha escampado este mediodía. Tras proceder a la lectura bíblica en la Iglesia de El Salvador, se acortó a continuación el trayecto habitual de la actuación procesal, que se dirigió directamente a la Concatedral de San Pedro.
Al fin, después de una suspensión definitiva del desfile de la Cofradía de la Virgen de la Soledad a primera hora de la mañana, la capital vio cómo, al menos, la procesión de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz se pudo ejecutar sin ningún contratiempo, a pesar de que esas siete palabras se pronunciaron a cubierto, en El Salvador. Bajo un cielo gris, la lluvia ha escampado este mediodía de Viernes Santo y ha permitido desfilar a la cofradía a través de una ruta recortada.
Avanzada la mañana, ya se ha hecho oficial desde la cuenta de Twitter de las Siete Palabras Soria: “La predicación de las Siete Palabras se va a llevar a cabo en la Iglesia de El Salvador a partir de las 12:00 h. Terminada la predicación si el tiempo lo permite saldrá la Cofradía en procesión por el centro de la ciudad directamente hasta la Concatedral”, transmitían desde esa cofradía soriana.
Al finalizar la lectura de las Siete Palabras en la misa de la Iglesia de El Salvador, los cofrades y los nazarenos (blanquivioletas) de la Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz han dirigido sus pasos hasta la Concatedral de San Pedro. Acortando la ruta prevista, pues generalmente la procesión matinal del Viernes Santo se realiza entera en el exterior, la rigurosa marcha ha copado parte del centro neurálgico de la capital soriana (Mariano Granados, El Collado y la plaza Mayor).
Repicaron los tambores, se descalzaron los portadores de las cruces y sonaron las cornetas. Todo eso se dio en los aledaños de El Salvador, colindando con la calle Numancia. En dichas inmediaciones, la numerosa presencia de público, que le hacía un largo pasillo a la Cofradía de las Siete Palabras, no se sorprendía ante lo que presenciaba. Arriba con él. El Crismón Constaniniano quedaba protegido bajo un plástico, por lo que pudiese pasar. Porque si bien es cierto que la lluvia se había esfumado, el cielo de Soria seguía plomizo; amenazaba con más agua.
En una procesión alternativa –se leyeron las Siete Palabras en el interior de la Iglesia de El Salvador y se acortó el trayecto habitual de la actuación procesal–, los blanquivioletas se encaminaron a piñón fijo hacia la Concatedral, desde donde partirá la última de las procesiones de este Viernes Santo, la del Santo Entierro de Cristo. Sin ninguna duda: con la lluvia de fondo, el Viernes Santo de 2019 está siendo diferente en Soria.