El Plan de Monitorización de la biodiversidad en Castilla y León ha permitido el seguimiento y evaluación de algunas de las aves que se encuentran entre las especies amenazadas de la Comunidad. El censo de las aves rupícolas revela un incremento de la población de buitre leonado o un freno del grave declive del águila perdicera.
En el marco de la planificación Red Natura 2000, el Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León aborda la propuesta del seguimiento y evaluación de los hábitats de interés comunitario y las especies incluidas en el anexo I de la Directiva Aves, anexos II, IV y V de la Directiva Hábitats, el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Agentes medioambientales, celadores y técnicos de los Servicios Territoriales de Medio Ambiente, junto con el apoyo de personal técnico de la Fundación Patrimonio Natural, ha llevado a cabo el censo de las poblaciones regionales de buitre leonado, alimoche, águila perdicera, águila real y halcón peregrino. En algunas de las provincias se ha contado con la colaboración voluntaria de la Sociedad Española de Ornitología, SEO/BirdLife, organización coordinadora de la realización de los censos de estas especies a escala estatal.
Los censos han permitido recabar información sobre el tamaño actual de las poblaciones, su distribución geográfica y sobre parámetros reproductores como la productividad, éxito reproductor y tasa de vuelo. Tanto el águila perdicera como el alimoche se encuentran incluidos en la categoría de ‘vulnerable’ del Catálogo Español de Especies Amenazadas mientras que el buitre leonado, el águila real y el halcón peregrino se encuentran incluidos en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
Los seguimientos de especies protegidas desarrolladas en la anualidad 2018 se han complementado con otros estudios específicos ejecutados mediante proyectos de inversión financiados con cargo al Programa de Desarrollo Rural de la Administración autonómica. En concreto, se han desarrollado estudios de mejora del conocimiento de las poblaciones de desmán ibérico, bivalvo catalogado en “peligro de extinción” Margaritifera margaritifera y moluscos gasterópodos Elona quimperiana y Geomalacus maculosus.
En el censo de águila perdicera se han localizado 18 territorios de la especie en Castilla y León, con 17 parejas seguras y una probable, repartidas en tres provincias: Salamanca (10 territorios), Zamora (6 territorios) y Burgos (2 territorios, uno de ellos ocupado por un único ejemplar). La población de águila perdicera se localiza en dos núcleos, uno situado en el norte de Burgos asociado a los cortados del tramo inferior del río Ebro a su paso por la provincia y el otro en el oeste de las provincias de Zamora y Salamanca, en los cañones fluviales del río Duero y de sus principales afluentes, los ríos Esla, Tormes, Uces, Huebra y Águeda. 8 de las parejas localizadas en Arribes del Duero son transfronterizas, sus territorios están parte en España y Portugal.
El declive más acusado se produjo en la década de los 90 y en la primera década de este siglo, lo que afectó acusadamente al núcleo burgalés. Así, en 2008 y 2009 se alcanzó el mínimo poblacional histórico con 14 parejas. Desde entonces se ha conseguido frenar el acusado declive de la especie recuperándose territorios históricos de la especie en los últimos años. Los problemas de conservación actuales parecen estar relacionados con la escasez de las especies presa y las altas tasas de mortalidad causadas por tendidos eléctricos.
La población reproductora de alimoche se ha cifrado entre 341 y 363 parejas. Las provincias de Burgos y Salamanca albergan las mayores poblaciones con una estimación de 89 y 75 parejas respectivamente, lo que significa en cada caso el 24,5 % y 20,7 % de la población estimada de la Comunidad. Le sigue Soria con 55 parejas (15,1 % del total regional) y Zamora con 52 parejas (14,3 %), y con cifras algo inferiores León con 42 parejas (11,6 %) y Segovia con 36 parejas (9,9 %). Palencia tiene una población más reducida con 13 parejas (3,6 %), en Ávila se ha observado la presencia de una pareja probable, y en Valladolid no hay ninguna pareja de la especie.
Se ha detectado el inicio de la incubación en 246 parejas reproductoras, realizándose el seguimiento completo de la reproducción en 186 de ellas, de las cuales 134 completaron la reproducción con éxito, naciendo un total de 149 pollos.
En comparación con el censo anterior, realizado en 2008, la población reproductora de alimoche en Castilla y León ha sufrido un declive entre el 10,2 % y 13,9 %, descendiendo de 380-422 territorios contabilizados en 2008 a 341-363 territorios obtenidos en el último censo, es decir, una pérdida de 39 parejas seguras y 59 estimadas.
La población de buitre leonado en Castilla y León en 2018 se ha estimado en 7.882-8.064 parejas distribuidas en 804 colonias. De estas parejas un mínimo de 5.084 pueden considerarse como reproductoras al haberse detectado el inicio de la incubación. Durante el seguimiento realizado se observó que un mínimo de 2.101 pollos consiguieron completar su desarrollo con éxito.
Destacan las provincias de Burgos, Segovia y Salamanca con 2.254, 1.939 y 1.707 parejas estimadas respectivamente, lo que supone casi tres cuartas partes de la población regional de buitre leonado (73 %). En la provincia de Salamanca se han contabilizado también las parejas que nidifican en la parte portuguesa del espacio transfronterizo de Arribes del Duero (404) dado que forman parte del mismo núcleo reproductor. Otras provincias con una importante población de la especie son Soria (1.063 parejas), Ávila (419 parejas) y León (313 parejas), mientras que Zamora (187 parejas), Palencia (122 parejas) y Valladolid (54 parejas) albergan cifras menores.
La población de la especie ha experimentado un considerable aumento durante los últimos diez años dado que en el año 2008 la población castellano y leonesa se cifró en 6.275 parejas, lo que supone un aumento de 1.808 parejas en diez años. Todas las provincias han experimentado aumentos de la población en comparación con el censo anterior, excepto en Burgos donde se ha registrado un descenso del 14 % de la población.
En el año 2018 se han censado un total de 215-259 parejas de águila real en Castilla y León, siendo las provincias de Burgos, Soria, Zamora y Ávila las provincias con mayor población con 59, 36, 30 y 28 parejas seguras detectadas respectivamente. Con una menor población se sitúan las provincias de Salamanca (19 parejas), León (19 parejas), Palencia (12 parejas) y Segovia (11 parejas). Por último, en Valladolid solo se han detectado dos parejas seguras de águila real.
La población de águila real de Castilla y León en el año 2008 se contabilizo en 234-258 parejas de la especie, lo que indicaría una estabilidad de sus poblaciones en Castilla y León.
La población de halcón peregrino censada ha sido de 190-224 parejas, destacando las provincias de Burgos (39 parejas), Valladolid (37 parejas) y León (33 parejas). Cabe destacar la población de Valladolid ya que no nidifica en los sustratos típicos para la especie (cortados rocosos) sino en nidos de córvidos abandonados en tendidos eléctricos.
Con números importantes también para la especie se encuentran las provincias de Salamanca (20 parejas), Soria y Zamora (19 parejas cada una). Por su parte, las provincias de Ávila, Segovia y Palencia cuentan con una menor representación de la especie habiéndose censado 9, 9 y 7 parejas respectivamente.
En el año 2008 se contabilizaron 375-403 parejas en la Comunidad lo que parece indicar que se ha producido un importante declive de las poblaciones de esta especie. No obstante, gran parte del descenso se debe a un déficit en el grado de cobertura alcanzado en el presente censo dado que no se pudo llevar a cabo el seguimiento de todos los territorios históricos conocidos.
Durante este año se ha planificado la realización de seguimientos de diferentes especies protegidas de la Comunidad. La Junta ya ha realizado en enero el censo internacional de aves acuáticas invernantes en más de 300 humedales; un trabajo que se complementa con un seguimiento de aves acuáticas migradoras que ya se ha iniciado y que comprenderá el censo mensual de las aves acuáticas en los humedales de mayor importancia ornitológica de cada provincia. En los próximos días comenzarán los trabajos de seguimiento programados de las colonias de ardeidas (martinete, garcilla bueyera y garceta común), garza imperial y avetoro.
La Administración autonómica también está realizando los censos regionales de diferentes especies que por su escasez o nivel de amenaza hay que censar cada año, como la cigüeña negra, el águila imperial ibérica, el buitre negro y el águila perdicera. Igualmente, se están ejecutando seguimientos pormenorizados, en un mínimo de una ZEPA seleccionada por cada provincia, en especies como el milano real, el alimoche y el buitre leonado. El seguimiento se repite anualmente para disponer de datos detallados sobre la evolución y tendencia de las poblaciones en zonas preseleccionadas, sin necesidad de esperar a la realización de seguimientos a escala regional cuyas periodicidades de tiempo entre censos son mucho mayores.
Por otro lado, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente está llevando a cabo el seguimiento de aves esteparias debido al delicado estado de conservación que presenta este grupo. De esta forma, se está trabajando en la elaboración de los censos regionales de avutarda, ganga ibérica y ganga ortega, que, además, durante este año se realizan simultáneamente y de forma coordinada en todo el territorio nacional. De manera complementaria se ha implantado la realización de un seguimiento anual de las poblaciones de sisón en un mínimo de una ZEPA en cada provincia.
Para el urogallo cantábrico se va a realizar su seguimiento anual, con conteos en cantaderos, censo genético, determinación de la productividad y captura y radio seguimiento de ejemplares.
También se tiene previsto comenzar un seguimiento a largo plazo del área de distribución de las poblaciones a través de sistemas de fototrampeo de mesomamíferos carnívoros, entre los que se encuentran el gato montés, la marta o el turón. Para el oso pardo se llevarán a cabo las labores ordinarias de seguimiento general de la especie de osas con crías además de estimas de abundancia y estudios sobre la producción de frutos en su hábitat.
También cabe destacar el contrato bianual de censo y seguimiento de las poblaciones de visón europeo que vendrán a reforzar el trabajo de los agentes medioambientales y celadores de medio ambiente en las provincias de Burgos y Soria para su seguimiento, así como para el control y erradicación de su principal amenaza, el visón americano.
De la misma manera, se ha adjudicado un contrato para la prospección en el Ebro, en Burgos, de la almeja del Ebro, Margaritifera auricularia, especie catalogada en peligro de extinción a nivel nacional, y recientemente declara en situación crítica por la Administración General del Estado. No obstante, con motivo de hallazgos recientes de valvas de esta especie en Burgos se van a realizar prospecciones en las zonas de hábitat potencial de esta especie, utilizando la última tecnología como el seguimiento basado en el análisis del ADN ambiental presente en las aguas del Ebro.