OPINIóN
Actualizado 15/05/2019 12:34:53
Tribuna de invitados

En la Tribuna de invitados se sienta Juan García Verde, vecino de dicha localidad soriana.

El viernes, 26 de abril, a las 8:30 de la mañana, un intenso ruido y un gran golpe, me sobresaltaron de la cama, acompañado por un fuerte movimiento en el primer piso de mi vivienda de la Villa de Calatañazor. Inmediatamente me asomé a la ventana contemplando una inmensa hormigonera a media altura de la misma. Bajé a la calle y me dirigí a hablar con el Sr. Alcalde por enésima vez. Su respuesta, que llamara a la Guardia Civil, él no podía hacer nada más. Otra vez la misma historia. No es la primera vez que suceden incidentes de similar magnitud, y no son aislados, es más, me atrevería a decir que ya no puedo contar las veces que se han repetido con los dedos de una mano.

Vivimos en un pueblo en el que la Dirección General de Patrimonio nos obliga a construir siguiendo y respetando unas pautas de materiales y estructuras (las originales) y por otro lado no se implica en la conservación de las viviendas del pueblo. Sin embargo, cada vez que un vehículo impacta en la parte superior de mi vivienda (ya son muchos accidentes desde el 1974), yo tengo que proceder a dar parte a mi compañía de seguros, hacer un proyecto para reparar el siniestro, poner las medidas para asegurar mi vivienda y presentarlo al Ayuntamiento para que éste lo presente en la correspondiente Ponencia de Patrimonio para someterlo a aprobación y luego llevar a cabo las obras. Llevo trasladando mis quejas al Ayuntamiento desde hace muchos años para que prohíba la entrada al pueblo de vehículos pesados y por el momento no se han tomado medidas para solucionarlo.

El consistorio parece que no sabe, no puede o no quiere tomar medidas. En el año 2007, envié una carta a la Diputación para que se colocaran señales a la entrada del pueblo, de velocidad, altura y anchura máximas. Según el alcalde, la Diputación rechazó la propuesta y el Ayuntamiento alegó que no se podía hacer cargo económicamente, por lo que decidí con el permiso y pagar las señales de mi bolsillo.

Vivimos en un pueblo hermoso y queremos que así siga siendo. Cumplimos todas las normas que nos exige Patrimonio. Pagamos nuestros impuestos y contribuimos a que la “España Despoblada” lo sea cada vez menos, pero no podemos consentir que se nos abandone de esta forma.

Necesitamos que el tráfico rodado se regule de una vez por todas en Calatañazor. Que todas las Administraciones, Ayuntamiento, Diputación y Patrimonio, tomen cartas en el asunto. Solamente pedimos que se regule el paso de vehículos, restringiendo el mismo a los vecinos, huéspedes de hoteles, discapacitados, furgonetas de reparto pequeñas siempre que el vehículo no suponga un peligro para las casas y calles del pueblo.

Hay muchos ejemplos de pueblos en Castilla y León que han logrado restringir el tráfico; Castrillo de los Polvazares, Peñalba de Santiago, Frías, Pedraza... Por todo lo mencionado, no nos resignamos y hemos iniciado una campaña de recogida de firmas, para presentarlas ante los estamentos implicados y poder contar con más avales ante nuestras, hasta el momento ignoradas peticiones.

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