Exámenes finales, recuperaciones, EBAU,... Aquí tienes una serie de consejos para optimizar los recursos y aumentar el rendimiento.
Exámenes finales, recuperaciones, EBAU,... Junio es, por excelencia, el mes del estudio. Aunque las prisas de última hora no suelen funcionar y es mejor ir repartiendo el esfuerzo día a día, aquí tienes una serie de consejos para optimizar los recursos y aumentar el rendimiento.
La capacidad de concentración y de aprendizaje en el ser humano desciende drásticamente transcurridos 25 minutos. Por tanto, se debe descartar la idea de que pasar horas frente a los apuntes es la mejor opción.
El simple acto de escribir sobre el tema amplía tu perspectiva y favorece la retención. Subrayar implica, por sí mismo, leer la información y acotarla, por lo que la estás haciendo un esfuerzo para procesarla e interiorizarla.
Se dice que si no eres capaz de poder explicarle algo a un niño de cinco años es porque no lo entiendes del todo. Puedes simular clases con lo que estemos estudiando. Recopila todo en unas breves notas, ponte de pie y da una breve clase magistral de 10 minutos. Esto servirá para identificar las partes donde te atascas y, por tanto, tienes que reforzar.
El sueño juega un papel decisivo en el aprendizaje. El cerebro se pone a trabajar y a relacionar aleatoriamente conceptos, ideas y teorías. Es buena idea hacer un breve repaso de lo aprendido cinco minutos antes de dormir e irse a la cama con las ideas frescas. Funciona.