José Enrique Valero y Mercedes Martínez. Ellos son los jurados de El Rosel y San Blas, una pareja que está entregada a la causa.
Ser jurados era la gran ilusión de esta pareja de sorianos y sanjuaneros de pro desde “hace 25 años” y para conseguirlo en este 2019 pusieron toda la carne en el asador. “Tenía que ser ahora, el año pasado nos vinimos un poco arriba y nos apuntamos en cuatro cuadrillas”, afirman José Enrique y Mercedes con ese brillo especial en los ojos que aporta el saber que están viviendo un sueño.
El mejor consejo que les han dado en estos días previos a San Juan es “que aprendamos a delegar y que dosifiquemos las fuerzas”. El jurado reconoce que le va a costar hacer mucho caso al primero de los puntos pues “yo necesito tener todo controlado” pero después del Catapán ha aprendido que “tenemos un equipo maravilloso y puedo confiar y desconectar para disfrutar de cada momento”.
Vivir con intensidad cada instante y combinarlo con los nervios y la responsabilidad que se deriva del cargo. Eso sí, cada uno se decanta por instantes diferentes dentro de las jornadas festivas. El jurado, con los años, ha cambiado su elección y ahora apunta que “desde que la hago andando La Saca, este es mi día. Me parece excepcional”. Además, como primicia, nos cuenta que ya está negociando con otros jurados “rebeldes” el poder hacer algún tramo a pie y dejar el autobús para momentos puntuales”.
La jurada ya ha vivido uno de sus días favoritos pues para ella el Catapán significa “el inicio de todo y tengo recuerdos preciosos con los amigos porque era el primer día que nos juntábamos todos. Ahora guardaré esos momentos con lo que viví el pasado 5 de mayo que fue increíble con todos los vecinos volcándose con nosotros”. También señala que le guarda especial cariño al Lunes de Bailas.
Después de un cuarto de siglo ha llegado su momento y van a saborear San Juan 2019 poco a poco dentro de El Rosel y San Blas.