Daniel Lagunas y Sara Martínez conviven entre nervios, emoción y trabajo en estos días previos a San Juan 2019.
Daniel Lagunas y Sara Martínez ponen toda su juventud y energía al servivio de San Esteban. Este 2019, por fin, ha llegado el momento para Sara, a quien su padre le hizo retrasarlo durante años por querer que lo viviese junto a un amor. “Quise ser jurada con mi padre pero me dijo que hasta que no me echase novio, nada”. Ahora, años después de cruzarse en el camino con Daniel, ambos han cumplido un sueño.
Después del primer golpe de romanticismo les tocó poner los pies en el suelo y Sara reconoce que “en un principio te da un poco de miedo porque hasta que no estás dentro no sabes todas las tareas que hay por hacer”. Vértigo característico que desapareció, según las palabras de Daniel, al descubrir que “tenemos el mejor equipo”.
Colaboradores que ayudan a llevar la responsabilidad. “Sabemos que tenemos que cuidar todos los detalles. No queremos decepcionar a nadie y vamos a poner toda la ilusión que cabe en nosotros para que salga lo mejor posible”, afirman.
Detallistas, lo son. El local de San Esteban está lleno de guiños. Una fotografía por día, un pequeño museo para hacer honor a los usos y costumbres y un collage con cientos de fotos de los colaboradores para que todos se sientan en casa.
Tanto empeño han puesto que el jurado haa el cargo con su trabajo y la labor de entrenar al Numancia B. “Ha sido toda una locura”, reconoce. A pesar de la derrota con el Cádiz B en la prórroga, y sabiendo que el trabajo deportivo ya está hecho, podrá disfrutar de los sanjuanes completos y sin mirar el reloj pues la final de las elimitarias de ascenso a Segunda B está fijada para el Domingo de Calderas.
Compenetrados al 100%, los dos coinciden y señalan al Jueves La Saca como el Día, así en mayúsculas, para ambos pues “con el cohete a las 12:00 de la mañana todo comienza realmente. Es algo inexplicable y precioso”.