Para el sindicato, la dualidad del mercado del empleo en Castilla y León lleva al aumento del número de trabajadores con "salarios de miseria" y una inseguridad laboral absoluta.
En el sindicato UGTCyL han mostrado su "gran preocupación" por lo que consideran como la "hiperprecarización" del empleo en la Comunidad, que sigue aumentando tanto la temporalidad como la parcialidad. Factores que sitúan a los trabajadores en una "inseguridad laboral absoluta", y que les lleva al "umbral de la pobreza con unos salarios misérrimos".
Por ello, en el sindicato han exigido la retirada de la reforma laboral y un plan de choque por el empleo con carácter inmediato, además profundizar en la protección de las personas. "Más empleo de calidad, para combatir el desempleo estructural y la precariedad laboral, deben ser objetivos prioritarios del nuevo Gobierno que se constituya en esta legislatura", han apuntado.
Después de reseñar desempleo ha bajado en 4.682 personas (-3,23% respecto al mes anterior), situando la cifra total de personas en paro en 140.411 en Castilla y León, según los datos correspondientes al mes de mayo publicados hoy por los Servicios Públicos de Empleo, han apuntado que la reducción en la región es la menor experimentada en los últimos siete años.
Unos datos que el sindicato traduce en desaceleración en la creación de empleo desde el verano de 2016, "mucho más intensa en nuestra región que en el conjunto de España". "Seguimos teniendo 140.000 parados, lo que quiere decir que aún tenemos cerca de 35.000 parados más que en mayo de 2007, antes de la gran recesión", han afirmado en el sindicato.
En cuanto a la contratación los datos correspondientes a 2019 indican la misma tendencia de los últimos años, esto es, "la elevadísima y creciente precariedad registrada desde 2012".
Abundando, han explicado que los datos definitivos del periodo 2012-2018, el 92,2% de los contratos registrados fueron temporales frente al 88,1% de 2007. Además un 39,2% fueron a tiempo parcial, mientras que en 2007 lo fue un 27,1%. "Esta doble precarización, temporal y a tiempo parcial, ha crecido exponencialmente durante la crisis, sobre todo como consecuencia de la reforma laboral", subrayan. Además, mientras que los contratos más precarios, temporales y a tiempo parcial, suponían en 2007 algo menos del 25% del total, desde 2012 representan un 36,3%. "Destacando que esos porcentajes son mucho mayores entre los jóvenes y las mujeres", puntualizan.
La profundidad de la "hiperprecarización" se constata, básicamente, teniendo en cuenta que la duración de los contratos es muy breve para el sindicato, ya que más del 42% de los registrados en el periodo 2012-2018 duraban días (no llegaban al mes y la mayor parte no duraban ni una semana) frente a sólo un 28% en 2007. "Si bien es cierto que este proceso se produce en toda España, no lo es menos que su intensidad es mucho mayor en Castilla y León", apostillan.
Para UGTCyL, los contrato temporales, a tiempo parcial y que se extienden por horas o días, "son cada vez más frecuentes en nuestro mercado laboral lo que está incrementando tanto la dualidad dentro del mismo como que cada vez haya más trabajadores con sueldos misérrimos y una inseguridad laboral absoluta".
Y pese a que en los dos últimos años la temporalidad está disminuyendo, en el sindicato aventuran que la tendencia de años previos se mantiene en los primeros meses de 2019, lo que indica una mayor precarización laboral en la Comunidad que en el conjunto del país. "Tenemos un mayor porcentaje de temporales, un mayor porcentaje de contratos de escasísima duración (días u horas) y un mayor porcentaje también de contratos doblemente precarios (temporales y a tiempo parcial). Esto explicaría el porqué es posible que incluso aumentando el empleo la recaudación por cotizaciones sociales en Castilla y León siga creciendo mucho más lentamente que en el conjunto de España·", han remarcado.
UGTCyL, a la vista de estos datos, ha reclamado con urgencia la derogación de la reforma laboral y exige un plan de choque por el empleo de calidad y con derechos. "Más empleo de calidad, para combatir el desempleo estructural y la precariedad laboral, deben ser objetivos prioritarios del nuevo Gobierno", han zanjado.