Varios son los sorianos que muestran su preocupación por el estado de los novillos de La Saca, los protagonistas de Desencajonamiento y Lavalenguas en Valonsadero. Dos de ellos han tenido que ser sustituidos por los dos sobreros que llegaron a la Plaza de Toros y otros parecen estar tocados. Pero hay que "tener paciencia y esperar la evolución" según los entendidos en la materia.
De unos 400 kilos de peso, los doce novillos de La Saca llegaban a Valonsadero el pasado 1 de junio presentándose en sociedad ante los sorianos. Llegaban desde Brihuega (Guadalajara) de la ganadería de Ramón Sánchez Recio, de la localidad cordobesa de Palma del Río. El encaste de estos animales es graciliano-conde de la corte.
Se estrenaban en Soria pues un brote de tuberculina afectaba a la ganadería Laura Velasco (que se había encargado de los novillos de La Saca y Viernes de Toros durante los últimos años) y la empresa se veía obligada a cambiar de animales.
Así pues, la espectación de los sorianos iba en aumento y los sucesos de Desencajonamiento y Lavalenguas desataron la preocupación de muchos. En el primero de los previos a San Juan en Valonsadero salía seriamente perjudicado de las caderas el eral número 10 y se sustituyó por el número 15 durante la mañana del Lavalenguas. Misma jornada en la que sufría daños durante el encierro de la mañana el número 2 y tuvo que ser reemplazado por el segundo sobrero, número 17, para la cita vespertina.
Después de estos dos cambios hay voces que alertan de que no serán los únicos pues "hay varios animales tocados" pero los expertos apuntan a que lo mejor en estos casos es "mantener la paciencia" y no alarmar a los sanjuaneros. Además, integrantes de la Peña Taurina Pacharán de las Seis afirman que "de cara a la Compra no habrá ningún cambio, se esperará a lo que sucede ya con la vista puesta en La Saca".
"Tranquilidad" aconseja Raúl González, de la Asociación Amigos de la Saca, quien añade que "yo me acerqué a ver los animales el domingo después del Lavalenguas y sinceramente estábamos peor nosotros. Ahora se encuentran más o menos como todos los años", aclara.
Jose Luis Chaín, presidente de la Peña Taurina Soriana, también apela a la prudencia aunque reconoce ciertos comportamientos que llevan a que el animal sufra calambres u otros problemas físicos. "He visto que no están muy hermanados, se parten mucho y eso, unido a que estos animales tienen su casta y se entregan bastante, puede provocar que se quemen más". Pero de todos modos, insiste, "queda tiempo para que se pueda recuperar alguno de ellos y, de todas formas, son la empresa y los veterinarios los que tienen la última palabra".
El desgaste que sufrieron los animales durante el Lavalengüillas ha podido ser determinante pues "hubo muchísimos recortes y esto también es algo que quema muchísimo a los novillos, de ahí que les fallasen las patas traseras", explican desde el Pacharán de las Seis.
Llamamiento a la prudencia que debe complementarse con otro al respeto a los animales. Chaín destaca que "entre semana los animales tienen que estar tranquilos y los sorianos deben respetarlos. No pueden entrar para tentarles, tienen que tener cabeza".
El presidente de la Peña Taurina Soriana pone el foco, además de en el encaste de los novillos, en su peso. "Los novillos tienen que llegar a valonsadero con más kilos y más fuertes. Este año son más pequeños que en años atrás y se acaba notando el desgaste".
Pero no todo el mundo comparte esta opinión. El presidente de los Amigos de La Saca habla claro y señala que "los novillos de La Saca no pueden pesar 600 kilos como pretende alguno porque es un festejo popular, está abierto a todo el mundo y si los animales son muy grandes aumenta el peligro para todos". Además, aclara, "que sean más grandes no te asegura que llegan mejor". Y completa la explicación añadiendo que "sorprendentemente los que mejor llegan son los tocados, los frescos están pasados de fuerza y no se someten".