Rápido, limpio y sin incidentes reseñables. El encierro de la Comprilla se salda con 12 toros en los corrales de Cañada Honda y mejores sensaciones sobre el estado de los novillos.
Escasos minutos antes de las ocho de la mañana entraban los caballistas en Cañada Honda para iniciar el festejo de ‘La Comprilla’ este domingo. Buen hacer de los jinetes, ambiente y sol, ingredientes que han dado lucidez a las primeras horas del día en el monte.
Las faenas de juntado de la manada con los cabestros se ha ido llevando con más tranquilidad y eficacia de las acostumbradas, ya que de los doce astados, 9 entraban hermanados en la primera intentona que ha resultado más sencilla de lo esperado. Poco a poco los caballistas han conseguido introducir en los corrales al resto de erales. Sin necesidad de camión y necesitando apenas 60 minutos los 12 de la Saca ya se encuentran descansando y esperando al festejo grande de la tarde.
Lo mejor de la cita matutina, y en esto coinciden la mayoría de los presentes, es la sensación que han dejado los novillos. "Se les ve de otra manera", se ha escuchado en la mayoría de corrillos. Durante esta mañana han desaparecido los calambres y las cojeras y, con ellos, se van disipando también las dudas de los aficionados.
También reseñable es que no se han registrado incidentes de importancia. Algún mozo se quedaba escaso de fuerzas durante la carrera contra el novillo y, al tropezar, ha tenido que aguantar el pisotón del animal. Aún así, los servicios de Cruz Roja solo han tenido que intervenir para realizar una cura a un caballista que se había golpeado con una rama.