El alcalde Carlos Martínez y el director general de Vivienda, Ángel Marinero, presentan junto al delegado territorial de la Junta, Manuel López, las bases de este primer estudio, con un plazo de ejecución de ocho meses, que permitirá conocer las prioridades de la ciudad con un papel destacado también de la propia sociedad con nuevas fórmulas de participación y primando objetivos sociales por encima de los meramente urbanísticos.
El alcalde de la capital, Carlos Martínez, el director general de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo, Ángel Marinero y el delegado territorial de la Junta en Soria, Manuel López, han presentado esta mañana el que será el punto de partida del nuevo plan de Regeneración Urbana (ARU) de Soria. De esta forma, se ha procedido a adjudicar a la empresa Rueda y Vega Asociados, S.L.P., el diseño del mismo, con la delimitación de la zona de actuación, por un importe de 64.154,30 euros y un plazo de ejecución de ocho meses.
“Es una aspiración y una voluntad de este Ayuntamiento recuperar zonas degradadas y fomentar la inversión pública para simultáneamente fomentar también que la propiedad privada recupere inmuebles y espacios, en muchos casos degradados y también con muchas titularidades”, ha explicado el alcalde, quien ha recalcado que, de esta forma, “hoy vemos el resultado del trabajo y la gestión desde el Consistorio y también en colaboración con el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera y el consejero Suárez Quiñones”. Esta actuación se enmarca también en los Objetivos de la Agenda 2030 y de forma especial se ajusta al ODS 11 en el que se insiste en conseguir ciudades y asentamientos que sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
El objeto del contrato es la redacción de la ‘Delimitación y planificación de un Área de Regeneración Urbana en Soria’, que consistirá en la definición de un ámbito para el desarrollo de un ARU en el término municipal, la redacción de un Plan Especial de Reforma Interior (PERI) que dé cumplimiento a los requerimientos de la legislación urbanística para la realización de dicha área, y la redacción de una Memoria-Programa que permita la tramitación del expediente administrativo de declaración de la misma.
En 2016 la Junta de Castilla y León aprobó la Estrategia de Regeneración Urbana en Castilla y León (ERUCYL), siendo su principal objetivo servir de guía en los procesos de rehabilitación, regeneración y renovación urbana que se desarrollen en la Comunidad, ya sean promovidos por iniciativa privada o por las distintas administraciones públicas.
Marinero ha explicado que “estamos aplicando la estrategia de regeneración urbana insistiendo en la parte de la ciudad que más lo necesite. Comenzamos contratando, por lo tanto, un plan piloto de excelencia, como se ha hecho en Ávila, y es este equipo técnico quien debe estudiar qué zonas, con criterios técnicos y objetivos, precisan la actuación de regeneración”. Posteriormente, se marcan las bases para las intervenciones ya puntuales y la intención es que esta guía sea tenida en cuenta en la financiación del Plan Estatal de Vivienda en el ecuador de la legislatura que será cuando se comience con la ejecución material de las obras.
El responsable regional ha añadido que “la redacción del plan será relativamente rápida, ya que, además, se trata de un equipo técnico que ya conoce Soria y ha trabajado para el Ayuntamiento con lo que es una ventaja. Es un equipo que ha ganado un concurso nacional con criterios de excelencia. Deben elaborar el plan y consensuarlo con el Ayuntamiento para después ya elaborar el plan especial que se tramitará, se llevará a cabo una aprobación inicial y exposición pública”.
Para acabar, ha insistido en la importancia del proceso participativo y los nuevos modelos de gobierno abierto al recalcar que “damos mucha importancia a la participación social, que va más allá de los anuncios y que se centra en escuchar a los vecinos ya que, además, hemos detectado con el ejemplo de otros casos que siempre ofrecen una mirada enriquecedora sobre sus demandas y necesidades”.
Esta metodología innovadora, dentro de la Agenda 2030, también permite priorizar las necesidades sociales y no las meramente urbanísticas. Existen barrios construidos en los años 60, 70 y 80 con población envejecida, problemas de accesibilidad y necesidades de eficiencia energética. Por ello, los fondos primarán estos dos aspectos que son esenciales para la calidad de vida del vecindario.