La tarde incierta no es obstáculo para acercarse al Duero en la tarde lluviosa de este último día festivo. Sin música, con la percusión de truenos en la lejanía, la tarde en las orillas del río vuelve a ser multitudinaria.
Miles de sanjuaneros, en peñas y cuadrillas, o a su aire han decidido bajar al Duero para la merienda de Las Bailas, haciendo bueno un ambiente que como mandan los cánones sorianos para esta fecha, marcan siempre las horas de epíologo de estos días tan intensos.
Nubarrones y truenos lejanos se dejaban acompasar, bajo una lluvia no tan molesta, del sentir en el cumplimiento de la tradición junto al río, sin lamentar y comprendiendo la ausencia de la Banda y de las charangas en esta última tarde de San Juan 2019.
A la tempestad, hilaridad.