El colaborador de Soria Noticias trae una nueva narración sobre la actividad de orientación, esta vez en el monte más querido y admirado por los sorianos de la capital.
Nueva entrega de las jornadas de orientación que nos narra nuestro colaborador Roberto Vega.
"He oído a los entendidos que la Orientación es correr y pensar; correr mucho y pensar sobre todo. Comparto este pensamiento y me atrevo a añadir que las carreras de orientación son el campo a través puro pero elevado a la máxima expresión de la eficiencia.
Estoy satisfecho de mi rendimiento en el monte sagrado para los sorianos de Valonsadero. ¿No os ha parecido mágico después de los 60 l/m2 caídos el lunes por la tarde? El firme estaba excepcional, los musgos sobre las rocas vivos, la temperatura era ideal y el espectáculo en la Casa del Guarda en Valonsadero provocando comentarios de asombro entre los deportistas que pasaban un martes de ocio.
También he oído a los entendidos que Valonsadero es único, es distinto, sus rocas son caprichosamente desafiantes, es un monte singular donde las vacas cuidan de sus terneros y las cabras se reagrupan en la roca al vernos pasar; Valonsadero es esencial verdor cuando hay agua, es un laberinto de afloramientos rocosos embrujadores.
Estoy orgulloso, satisfecho, soy un open feliz que repasa el mapa inmediatamente. Soy consciente de que me he metido en el mapa desde el triángulo magenta; para la segunda baliza el trazado de Alberto, sobre la cartografía de Mario y Santiago, nos regala el primer trayecto largo que he realizado con calma y acierto; antes de llegar al tercer control me asalta dulcemente una joven francesa a la que ayudo en francés (faltaría más) y, con este paroncito incluido, lo encuentro en el surco de erosión; la cuarta baliza (sin malicia alguna) se convirtió en el reto trampa (¡manda narices!): se trataba del segundo recorrido largo de mi categoría que por no ir directamente al Norte (a la cruz negra) y fiándome de la desconcentración pues, me equivoqué a lo grande.
Toda la travesía posterior (nueve balizas más) fue estrictamente asequible, de recorrido minucioso como todas las demás en Valonsadero, apropiadas para hacer afición orientadora.
Como para hacer afición y progresar son los libros escritos por Alberto Mínguez Viñambres. El publicado en 2008 por el CSD, “El entrenamiento del corredor de Orientación” se lo dedica a Martin Kronlund por ser el maestro. Y al que hemos asistido a su presentación la tarde del martes en el teatro Cervantes de Navaleno va destinado a todos nosotros: a los que “cometen errores recurrentes”, a los que progresan equivocándose (qué gratificante ha sido escucharlo en la sala llena porque durante todas estas Crónicas Kronlund no he dejado nunca de hablar de ello sin saberlo científicamente); y también va dirigido a las futuras y presentes aficiones, a su evolución en la Blume, a sus experiencias en Francia o Escandinavia, a los mejores chicas y chicos que nos representarán en las grandes competiciones, a los federados y a los open.
Jesús de Miguel Rey, hijo de Navaleno, trajo a la FEDO, al CSD y a La Liga 4Sports para la presentación de “Mientras me ato las zapatillas” (libro que no tengo porque se agotaron los ejemplares). José Samper puso la puesta en escena, muchos jóvenes deportistas de la Blume subieron al escenario, el presidente de la FEDO así como el Alcalde dirigieron unas palabras al público y Alberto Mínguez (orientador, profesor, entrenador) moderó un constante debate en el que, permitídmelo, intervengo ahora: sin presión en edades tempranas, no hay avance; pero claro esa presión, adecuada y progresiva, la tiene que saber administrar el entrenador contando con las familias.
¿Y a qué llamamos presión para avanzar en edades tempranas? Este podría ser el título de un próximo libro a presentarse en otro Cinco días España".