Han pasado varios días de las fiestas de San Juan 2019 y creo que es el momento de hacer algunas reflexiones. Analizar las fiestas, aunque sea con el más noble afán de mejorarlas, siempre es complicado pues levanta no pocas ampollas en quienes piensan que lo mejor que se puede hacer es no hacer nada. Esa fue la conclusión a la que llego la primera, y a la postre última, mesa para el cambio de las ordenanzas en la que participe allá por comienzos de 2017. Los Sanjuanes siempre han evolucionado cuando ya no había otro remedio y, en ocasiones, a golpe de tragedia. Estos son algunos de los puntos de los que (creo) todo el mundo habla y necesitan reflexión.
- Se hace imprescindible una nueva redistribución de los barrios toda vez que la cuadrilla de San Juan prácticamente dobla en vecinos que entran en fiestas a varias de las del casco viejo.
- Es necesario modernizar la forma en que los vecinos entran en fiestas. En pleno siglo XXI acudir con una lista y un bolígrafo resulta anacrónico. Una aplicación, con viviendas y no con vecinos para cumplir con las leyes de protección de datos, sería un camino –más cómodo y fiable – a explorar.
- Y el pago de la tajada también tiene mucho margen de mejora. ¿Cómo pretendemos que los jóvenes se involucren en las fiestas si luego les decimos que no pueden pagar haciendo un `bizum´? Un buen asesoramiento fiscal a las cuadrillas es fundamental en este punto.
- Necesitamos recuperar el Jueves la Saca para los sanjuaneros de a pie limitando el uso de caballistas (ya lo siento) y de mansos. La `segunda salida´ de este año fue escandalosa. Y también debemos limitar al mínimo posible el uso del camión y preguntarnos si queremos que los novillos que suban al camión puedan llegar a la plaza como si nada.
- Es necesario mantener dos elementos musicales tradicionales en franco retroceso; las verbenas sanjuaneras (y que debemos dejar de llamar verbena a lo que no lo es) y las dulzainas.
- Debemos evitar convertir actos como el Nombramiento en un circo. Esa estúpida competición de las cuadrillas por dar la nota está pervirtiendo actos que deben ser bonitos y solemnes.
- Necesitamos abordar seriamente el tema de los residuos en Valonsadero. Las peñas tendrán que acabar con el plástico, habrá que estudiar cómo llevar agua hasta allí y es fundamental controlar el botellón en la pradera.
- Se habla de la falta de peñas, pero viendo algunos desfiles yo me pregunto si lo que faltan, enrealidad, no son peñistas de verdad y no peñas sanjuaneras. ¡Las peñas no son solo las rondas!
Se me ocurre alguna otra cosa aunque también podemos dejarlo todo como hasta ahora, que tampoco nos lo pasamos mal.