La tercera edición de la Carrera de Autos Locos de Camaretas, que ha tenido lugar esta tarde dentro de las celebraciones de la urbanización de Golmayo, ha reunido a gran número de aficionados a la velocidad. Además, ha aumentado el número de conductores, la diversión ha sido un hecho.
Camaretas sigue de fiesta y aunque la lluvia ha hecho acto de presencia minutos antes del inicio de la prueba, no ha impedido que la tercera edición de la Carrera de Autos Locos se llevara a cabo. Al final la tormenta ha dado una tregua y tanto participantes como espectadores han podido disfrutar de la velocidad sin motor combinada con una buena dosis de sentido del humor y otra (esta más pequeña) de emociones ante accidentes inesperados. Uno de los participantes ha tenido que ser atendido por Cruz Roja después de sufrir una caída con su vehículo pero los daños han sido leves.
El recorrido, una recta de aproximadamente medio kilómetro estaba perfectamente preparado con un gran desnivel para favorecer la inercia de los vehículos y obstáculos para obligar a los intrépidos conductores a poner en juego su pericia al volante. Como novedad, este año se ha incluido una rampa para provocar el salto de los vehículos.
La Asociación de Vecinos de las Camaretas ha sido la organizadora de este evento en la calle Convivencia de la urbanización. Los participantes han acudido en mayor número que durante ediciones anteriores con sus vehículos fabricados para la ocasión con mucho ingenio y esmero.
Entre todos se han repartido cuatro premios, al vehículo más original, al más veloz, al más rápido de la modalidad trike y al socio más original, todos ellos consistentes en un premio en metálico y un trofeo conmemorativo.