En Castilla y León el número asciende a 421.
La Fundación Tutelar FECLEM publica su memoria anual 2018. El número de tutelas y curatelas que ejerce la Fundación Tutelar FECLEM en Castilla y León se mantiene igual que el año anterior, ya que se compensan las altas nuevas con las bajas. A 31 de diciembre de 2018, estos son los datos: 421 tutelas ejercidas más 22 aceptadas y pendientes de jurar el cargo, 58 curatelas (o tutelas parciales), 1 administración judicial, 85 defensas judiciales y 12 tutelas testamentarias que conforman los 599 cargos ejercidos. Además, la Fundación cierra 2018 con 193 requerimientos que están en fase de estudio.
León (22%) continúa siendo la provincia donde más personas tuteladas viven, seguida de Palencia (17%), Valladolid (15%) y Burgos (13%). Segovia (4%), Salamanca (6%) y Soria (7%) son las provincias donde menos tutelados hay actualmente.
Para trabajar con todos ellos, la Fundación recorre los municipios y ciudades de Castilla y León donde se encuentran las personas tuteladas. En total están pautadas 130 rutas. Para apoyar y proveer de todo lo que necesitan las personas a las que tutela FECLEM, cada Referente Tutelar atiende a una media de 76 tutelados y las Auxiliares de Tutela de 55.
De todas las personas a las que tutela la Fundación, un 80% está soltero o soltera, y únicamente un 12% tiene hijos.
Respecto a la edad, un 78% tiene más de 50 años. Suelen vivir principalmente en centros residenciales (62%) tanto de personas mayores, como de personas con problemas de salud mental o de personas con discapacidad o de cuidados continuados (larga estancia psiquiátrica). El resto, un 33% reside en vivienda, ya sea propia, de alquiler, familiar o supervisada.
Aunque su economía parece ir en aumento, pasando de un 3% a un 1% aquellos que se ubicaban por debajo del umbral de los 5.000 euros de ingresos anuales, todavía un 41% de ellos se ubica en un nivel de ingresos por debajo de los 10.000 euros.
El diagnóstico principal es la esquizofrenia en sus diferentes tipos: paranoide (35%), residual (16%) u otras (8%). Le sigue el trastorno límite de la personalidad (14%) y otros orgánicos o relacionados con los estados de ánimo (12%). El 55% de las personas tuteladas además tiene un diagnóstico asociado que suele ser una discapacidad intelectual o alguna toxicomanía o adicción principalmente.
La Fundación desempeña el ejercicio directo de la tutela, curatela y otras figuras de guarda que precisan las personas mayores de edad, con una enfermedad mental grave, a las que se les ha modificado la capacidad judicialmente y carecen de parientes o allegados idóneos para ejercer los cargos tutelares.