La opinión de Carlos Lafuente, empleado público y contertulio.
Me quedo atónito, cada día más, con las actuaciones del Gobierno de la Junta de Castilla y León y de los partidos que lo sustentan. Porque si bien del PP no me esperaba otra cosa, creía que los de Cs tenían todavía algo de decencia, y ya que han traicionado sus promesas y a sus votantes por un plato de lentejas votando al Sr. Mañueco, pensaba que no serían capaces de aupar al Sr. Maroto a senador autonómico, obviando su empadronamiento en un pueblecito en fraude de ley. Por lo menos, se podía haber intentado empadronar en el Condado de Treviño, a ver si tenía arrojos para ello, que no creo. Y así tenemos un senador que ni es de Castilla y León ni le importa esta tierra un pimiento, con el beneplácito del Sr. Igea y de Ciudadanos (¿o hay que llamarlos Ciudadadnos?). También el Sr. Igea ha nombrado a un viceconsejero que no eligieron en Baleares. Al final, va a parecer este Gobierno el Punto Limpio.
Y no contentos con esta barrabasada, conforman un Gobierno de 12 personas con ¡tres mujeres! ¿Es así como entienden la paridad estos señores? ¿Así van a exigir que nombren las empresas a mujeres en sus consejos de administración? Y cuando ya no daba crédito..., nombran a 21 altos cargos donde ¡¡¡solo hay tres mujeres!! Ya no se trata de asombrarse, sino de denunciar estas políticas machistas y excluyentes. Me convencen cada vez más que es un Gobierno de conveniencias, de ineptitudes, machista, rancio como es el presidente Mañueco. Solo falta que a las ruedas de prensa, tras los Consejos, las titulen ‘El Parte’. No perderemos la memoria con estos señores para la próxima vez. ¿O no?