La opinión de Alejandro Ramos, profesor universitario y Secretario NNGG Soria.
No te acostarás sin saber una cosa más. Y si no, que se lo pregunten a Pedro Sánchez cuando se enteró hace unos días del número de habitantes que tiene Soria. Yo no digo que tenga que conocer una cifra exacta, pero no es elegante por su parte, acudir a una reunión, con los colectivos implicados, en la que se exponen los problemas de la despoblación y no estar al corriente de la situación de ciertos territorios de la España Vaciada. Siendo bueno, quiero pensar, que su callada por respuesta se debe a que sus asesores están de vacaciones y no han podido prepararle el dossier con toda la información necesaria.
Con promesas no se cubre la mesa. Y es que, como si de una carta a los Reyes Magos se tratase, el Presidente en funciones, planteó la posibilidad de trasladar determinados organismos públicos desde Madrid a las ciudades pequeñas o medianas para intentar fijar población en ellas. La idea no es mala del todo, si no fuera porque dos días más tarde, nos enteramos que el Centro para la Calidad de los Alimentos de Soria, adscrito a un Instituto Nacional, cesa su actividad a partir de septiembre. Y lo curioso es que ningún amiguito de partido de Sánchez, en Soria, ha salido a condenar enérgicamente la paralización de importantes proyectos de I+D+i que se estaban desarrollando en este centro.
En fin, como dijo un político estadounidense, se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo.