La localidad de Pinares vive uno de los días más importantes del calendario donde cobran protagonismo las cofradías de la Virgen del Pino y la de San Roque. Los hombres reciben con dignidad los golpes de ramas de pino infringidos por las más de 300 féminas que hoy han tomado las calles de la localidad.
Vinuesa ha vivido con esplendor una vez más ‘La Pinochada’, fiesta declarada de Interés Turístico Regional y que coincide este viernes con la festividad de San Roque.
La jornada se iniciaba a las diez y media con el reparto de pinochos. Una vez completado este paso previo, las mujeres y niñas visontinas, ataviadas con el tradicional traje de piñorra, ascendían hasta la plaza principal del pueblo en un grupo dividido en dos filas, por un lado las casadas y por otro las solteras, para una vez allí oficiarse este tradicional golpeteo con las ramas de los pinos a los varones.
Esta es una fiesta de dominio femenino que recuerda la pelea legendaria con Covaleda por la imagen de la Virgen del Pino o, como apunta la historia, las luchas de mojones sostenidas con la misma localidad vecina y la victoria visontina gracias a la intervención de las féminas.
En esta recreación, el enfrentamiento no es entre pueblos si no que son los solteros y los casados los que recuerdan aquel hecho histórico. Hoy salían victoriosos los casados tras tres envites, como manda la tradición.
Después, las féminas tomaban la iniciativa soltando pinochazos a los hombres, y éstos, soportando los golpes han aguando con dignidad el castigo, dando gracias y contestando como es habitual “de hoy en un año”.