PROVINCIA
Actualizado 20/08/2019 20:08:49

La covaledense Patricia Medel, que actualmente reside y trabaja en Las Palmas, nos ayuda a entender cómo la isla "sobrevive" al fuego.

Más de 12.000 hectáreas calcinadas y más de 10.000 personas evacuaduas. Este es el resumen del último incendio en Gran Canaria (el tercero después de los de Artenera y Cazadores), el fuego más devastador de los que se han producido en España desde hace siete años y provocado por la mano humana.

Afortunadamente las llamas han comenzado hoy, después de cuatro largos días, a perder fuerza gracias, además de al intenso esfuerzo de los servicios de emergencias, también a que las concidiones meteorológicas se han puesto de cara, remitiendo el viento e incrementándose la humedad.

Aún así, la situación en la isla es de gran preocupación. Habitantes y turistas están viviendo con auténtico estremecimiento todos los hechos ya que, al daño medioambiental se une el miedo y la incertidumbre de no saber hasta qué punto llegará el fuego.

En la isla se encuentra una soriana, Patricia Medel, que desde Covaleda llegó a Gran Canaria buscando un futuro como enfermera. Ella reside en Las Palmas de Gran Canaria, a unos minutos de la famosa playa de La Canteras, trabaja en el Hospital Insular Materno Infantil CHUIMI y asegura que "hoy la situación está más tranquila porque las informaciones que van llegando aseguran que el fuego se está controlando, pero ayer fue un día horrible. No paramos de ver el helicóptero y los aviones haciendo viajes para recoger agua sin parar".

A pesar de lo espectacular del fuego, con llamas de hasta 50 metros de altura, Patricia afirma que "no he tenido miedo porque el fuego se inició en Valleseco, que está a unos 32 kilómetros de aquí, y avanzaba en sentido contrario". Pero, a pesar de no temer por su seguridad, esta covaledense asegura que "en el hospital todo el mundo estaba muy nervioso porque esto es una isla y hay mucha gente que tiene una casita allí, o conoces a alguien que tiene familia o amigos de allí".

Patricia Medel pasa el testigo a Raquel Perera, una amiga y también vecina de Las Palmas, para que explique el punto de vista de los habitantes locales. Su familia ha tenido que ser evacuada "dos veces en una semana y ahora llevan 3 noches fuera de casa. Mi abuelo tiene 93 años, imagínate lo que es no saber lo que puede pasar".

Raquel explica sus sentimientos: "no solo es el miedo, es la pena por tu isla, la angustia por tu familia y también por la gente que conoces, además de la pena que sientes por la zona, que es preciosa y todos sus vecinos".

A pesar de todas las dificultades, las dos amigas ya respiran más tranquilas y se muestran orgullosas de la respuesta de toda la sociedad canaria y española. "La gente de todas las islas se ha volcado, son súper solidarios. Se han pedido médicos y psicólogos voluntarios y sabemos que en los polideportivos no falta de nada. La información está siendo también muy buena y eso ayuda a tranquilizarnos. Además desde España sabemos que está llegando ayuda y apoyo y eso se agradece". Por su parte, Patricia manda un mensaje a sus amigos y familiares de Soria, "estoy perfectamente, podéis estar tranquilos".

Las informaciones oficiales apuntan a que, aunque el fuego no se podrá dar por controlado hasta dentro de unos días, entre esta noche y mañana podrán volver a sus casas parte de los 10.000 evacuados. Y, aunque el daño medioambiental será incalculable, los expertos tranquilizan al afirmar que la zona se puede recuperar en unos tres o cuatro años, ya que los ecosistemas canarios están más familiarizados con el fuego que los peninsulares.

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