En 5 minutos, el cuadro de Pablo Ayuso, que se coloca segundo en el Grupo VIII de Tercera división, solventó el choque intersemanal ante el Becerril en el Mariano Haro. En la segunda parte, Ebri acabó con las esperanzas violetas.
El Numancia B está intratable en este primer tramo del curso 2019-20. Ayer por la tarde-noche, el filial logró su tercera victoria consecutiva (1-4) en el Mariano Haro de Palencia. El Becerril sucumbió a los encantos del Numancia B. El balance rojillo, un empate y tres triunfos, sitúa a los de Pablo Ayuso en la segunda plaza (10 puntos) del Grupo VIII de Tercera división.
Las fuertes rachas de viento que soplaban en el Polideportivo Mariano Haro condicionaron el Becerril-Numancia B, choque intersemanal, correspondiente a la cuarta jornada de la fase regular. En los primeros 45 minutos, el aire sopló a favor del cuadro numantino; eso le benefició, a pesar de que los primeros 45 minutos rojillos fueron buenos de por sí.
El Numancia B tenía el balón y mandaba sobre el conjunto violeta, que llegaba con más peligro al área rival que su adversario. Pero, en 5 minutos, el Numancia B destrozó al Becerril: en el 25' y en el 30', cioncretamente. Antes, le anularon el 0-1 a Alí. Adri Herrera adelantó a los visitantes, aprovechando un centro lateral de Ceínos. El 0-2 fue obra de Ekiza, quien marcó a placer tras recoger un rechace.
Salió bastante mal el conjunto soriano en la reanudación. Ante eso, mucho tuvo que ver el Becerril, pues los violetas saltaron al verde con mucho ímpetu y ganas. Aguantó el tipo el Numancia B, delante de un combinado local al que le urgía el 1-2. Los de Ayuso pudieron frenar aquel chaparrón y sentenciaron la contienda cuando peor estaban: en el 73', la galopada de Alí por la derecha, hasta la línea de fondo, terminó en el 0-3. Ese centro-chut le complicaba la vida al Becerril en casa.
Raúl Hernádez cometió penalti en el 81' y Diestro lo transformó desde los 11 metros (1-3). Lejos de poder meterse en el partido, nuevo jarro de agua fría para el Becerril, ya que Ebri cazó un balón en largo y batió con un zurdazo (1-4) a Miguel Ángel Sevillano después de orientarse el esférico a la perfección.