Marcos y Blanca, cocineros locales, vuelven a preparar el estofado con alubias que degustarán más de 1.500 personas.
Las calles aledañas a la céntrica Plaza de España, en Ólvega, viven una jornada frenética en el último día de las fiestas. Son los preparativos en los que la localidad del Moncayo se ve inmersa y que tiene como eje central la comida vecinal que agrupará a más de 1.500 personas.
Una cita siempre multitudinaria y que es cocinada por el matrimonio compuesto por Marcos y Puri, ayudado por familiares y por la inestimable ayuda de los quintos de este año, encargados también del reparto de los platos. Los servicios muncipales, igualmente, implicados en estas labores.
La plaza ya tiene dispuestas las mesas, al igual que otras calles cercanas, donde vecinos y foráneos compartirán mesa y mantel y también conversaciones de los recuerdos que dejan las fiestas del Santo Cristo de la Cruz a cuestas.
Todos darán buena cuenta de los 700 kilos de carne y lso 200 de alubias, ingredientes obligados para este día que se está desarrollando sin precipitaciones y con buen tiempo. Que así siga.