En torno a 1.500 comensales dan buena cuenta de la 'alubiada' en la plaza de España antes de entonar el 'Pobre de mí' ya con la llegada de la noche.
Pasadas dos y media de esta tarde se escuchaba el cohete que llamaba a sentarse a la mesa en la plaza de España de Ólvega y aledaños para degustar la tradicional comida vecinal con la que Ólvega comenzaba a despedir sus fiestas del Cristo con la Cruz a Cuestas 2019.
En torno a 1.500 personas tomaban parte en la multitudinaria cita cuyo reparto es siempre efectuado por los quintos del año, quienes aguardan como mandan la tradición, a que sus paisanos concluyan con las viandas, un estofado de vacuno acompañado con alubias blancas, cocinado a fuego de roble.
Los quintos, después se desplazaban al lavadero para el tradicional chapuzón, y a las seis de la tarde se iniciaba la charanca por los terrizos.
Finalmente, nuevamente en la plaza de España, era entonado el 'Pobre de mí', tras la puesta de sol, con el que no sin cierta tristeza, se daban por concluidas las fiestas.