la media de edad de la plantilla es de 55 años, 52,7 si se incluyen a los 14 efectivos en prácticas, lo que se traduce que a lo largo de 2019, hasta septiembre, se hayan jubilado 5 funcionarios y 6 hayan pasado a la segunda actividad.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios de Soria, con motivo de la celebración de la festividad de La Merced, que se celebra este martes 24 de septiembre, ha denunciado “la lamentable situación en la que se encuentra el colectivo de los funcionarios penitenciario a nivel nacional, tras más de dos años de conflicto laboral, que tiene su reflejo en el progresivo y mayor deterioro de las condiciones laborales que se padecen en el centro penitenciario de Soria”.
En el sindicato han alertado de que la falta de personal funcionario, en la cárcel de Soria, llega al 22% (30 funcionarios) a nivel de toda la plantilla, y al 31% (23 funcionarios) en el área de vigilancia interior. Además, la media de edad de la plantilla es de 55 años (52,7 años si se incluyen a los 14 funcionarios de prácticas), lo que ha supuesto que, a lo largo de 2019, hasta septiembre, se hayan jubilado 5 funcionarios y 6 hayan pasado a la segunda actividad.
Una dinámica que, según la organización sindical, va a seguir en la prisión soriana, ya que hasta final de año se prevé que nuevos funcionarios pasen a segunda actividad y se jubilen. Esta situación “ha supuesto que se haya tenido que recurrir a llamar funcionarios que estaban librando para cubrir los servicios durante el verano, o que no se hayan podido cumplir -ni siquiera- los servicios mínimos que se establecen en una jornada de huelga durante todos los días. Además, y sorprendentemente, de los 835 funcionarios de prácticas de la oposición de 2018 de toda España, tan solo un funcionario se ha destinado al centro soriano”.
Personal médico
La situación del personal médico es aún peor en el centro, han remarcado en CSIF, ya que a partir de primeros de septiembre tan sólo hay un médico en la plantilla. Esto supone que durante la mitad del mes no haya servicio de guardia por parte del médico, teniéndose que recurrir al servicio urgencias del 112, e incluso no se pueda pasar consulta médica cuando dicho personal se tome sus días de vacaciones o libranza. Una circunstancia que se complicará a partir de finales de año, en la que el único profesional médico se jubila.
En esta coyuntura, CSIF se pregunta que cuándo llegarán las transferencias de la sanidad penitenciaria a las comunidades autónomas, algo que se tenía que haber producido hace 15 años, tras aprobarse la Ley de Cohesión y Calidad del SNS (Servicio Nacional de Salud) de 2003.
La situación del personal laboral en la prisión de Soria tampoco es halagüeña, insisten en el sindicato. “Hace años falta un maestro de taller (tan importante en el centro, donde la mitad de los reclusos está en los talleres productivos), o de un ayudante de cocina (¿quién realiza el menú de los internos cuando no está el cocinero titular?). Además, la media de edad de este colectivo es de 57 años”.
Asimismo, CSIF lamenta que no haya promoción del personal funcionario y laboral, y que la falta de concursos de traslados anuales “lastra” las expectativas de los funcionarios que están lejos de sus familias.
Sobre las instalaciones del centro penitenciario actual, el sindicato independiente asegura que no reúne las condiciones de habitabilidad adecuadas, algo reconocido por la entonces subdelegada del Gobierno, Yolanda de Gregorio, durante la festividad de La Merced de 2017; o en una posterior visita del secretario general de Instituciones Penitenciarias a la nueva prisión, que sigue cerrada, en las que concluía, tras la caída del techo de uno de los servicios del viejo centro unos días antes, que es una prueba más de la necesidad de abrir el nuevo centro penitenciario cuanto antes.
“Todo esto no va a salir en los discursos de nuestros directivos y representantes políticos, que acudan a la celebración de la patrona de los funcionarios de prisiones”, apunta en CSIF. “Nos dirán que la prisión de Soria es un modelo, en cuanto a que un 68% de los internos están ocupados en los talleres den centro; que hay un 25% de internos que están estudiando; que hay cursos de deshabituación a las drogas, al alcohol, etc. Todo un mundo maravilloso en el que los problemas de falta de personal funcionario y laboral no interesa, como tampoco interesa la falta del médico, ni los insultos y amenazas que un día sí y otro también recibimos de los internos. Y menos mal que las agresiones físicas, que a diario sufren los funcionarios de los centros penitenciarios de España, no se producen en nuestro centro”.
En la organización sindical han afirmado que “nos darán nuevas fechas de apertura de la nueva prisión, y ya no será 2019 como nos decía la delegada del Gobierno en Castilla y León, o el subdelegado del Gobierno en Soria en la fiesta de La Merced de 2018”. “Nos marcarán el objetivo de que el nuevo centro penitenciario esté abierto el próximo año, y no sólo alguno de sus módulos sino en su totalidad”, ironiza CSIF, recordando que las obras de la prisión de Las Casas comenzaron en 2010 y se terminaron en 2014, “al menos, el grueso de ellas”. La pregunta del millón, para CSIF, ante la fiesta de La Merced de 2019, es sencilla: “¿Qué fecha nos darán nuestros políticos para la apertura de la nueva cárcel, 2020, 2021, 2022…? Por ello, no tenemos nada que celebrar en la fiesta de La Merced de mañana”.
Por otra parte, CSIF quiere trasladar su “más sincera enhorabuena” a los funcionarios del centro penitenciario de Soria que cumplen 25 años de servicio, o que “en estos días veis reconocida la labor encomiable y sacrificada que habéis desempeñado en la institución, a pesar de que los políticos y el Gobierno no nos lo estén poniendo fácil”.