Tener una piel más saludable y ofrecer un aspecto más bello depende mucho de la alimentación y de los productos que consumimos. Hay que tenerlo muy en cuenta.
Mantener una alimentación más saludable -algo que requiere motivación, rigurosidad y continuidad- es una manera muy eficaz de mantener una mejor imagen. La salud y la belleza van de la mano, y hay alimentos habituales de la cocina y de la nevera, que son un buen recurso para conseguir esa imagen más cuidada y bella que queremos. Con un poco de dedicación, voluntad y paciencia se logran resultados muy interesantes. Solo hay que poner un poco de empeño, informarte bien y -también muy conveniente- consultar al médico o dietista.
Además, la llegada del otoño puede ser una buena excusa para cuidarte más la alimentación. Atrás han quedado los excesos del verano, y octubre es un buen mes para empezar a cuidarte más, comiendo mejor y haciendo algo de deporte y ejercicio físico. Algo que también te facilitará estar mejor, porque también el estado físico es belleza.
Los alimentos antioxidantes son ideales para luchar contra el envejecimiento de la piel y conseguir una mejor salud, en aspectos que tienen que ver con la diabetes o el equilibrio cardiovascular.
Por eso hay que consumir, en la dieta diaria, alimentos que sean ricos en vitaminas A, C, E, y que contengan betacarotenos, favonoides y polifenoles.
Los betacarotenos son una fuente fundamental de la vitamina A, aportando a los alimentos unos pigmentos amarillos, anaranjados o rojos. El betacaroteno se transforma en esta vitamina únicamente cuando el cuerpo lo necesita. Se encuentran en alimentos como la zanahoria, pimiento, calabaza, boniato o batata dulce. Ayudan al cuidado de la piel, evitando quemaduras solares, el aspecto de envejecimiento o la aparición de arrugas.
Los flavonoides son nutrientes que se encuentras en muchas frutas, verduras y especias, que son poderosos antioxidantes que protegen la piel, y que ayudan a la regulación arterial, la salud cardíaca y a reducir el azúcar en la sangre.
Los alimentos que las tienen son el brócoli, las coles de Bruselas, los puerros, las cebollas, las manzanas, las uvas, el cacao, el té verde, las naranjas y otros cítricos, las ciruelas, los arándanos, el apio, perejil y otras hierbas y -también- el vino tinto.
Los polifenoles son, igualmente, nutrientes con propiedades antioxidantes y con beneficios prebióticos, con bacterias beneficiosas en el intestino, lo que ayuda al control de peso y a la prevención de enfermedades.
Los alimentos que contienen mezclas diversas de polineforles son -entre otros- las legumbres, las frutas y verduras de color rojizo o morado (remolacha, berenjena), fresas, frambuesas, granada, tomate, cebolla, ajos...
Los alimentos con vitamina C ayudan a la producción de colágeno, que aporta elasticidad a la piel. La vitamina A evita el envejecimiento y el daño celular, o es bueno, por ejemplo, para el acné.
La vitamina E permite aliviar los problemas de sequedad de la piel, favoreciendo la hidratación. Además, protege la piel contra los efectos negativos de la radiación solar. La tienen los frutos secos.
No hay que olvidar que los alimentos ricos en Omega-3, que se encuentran algunos pescados, ayudan a evitar algunos problemas de piel, como el eccema. Finalmente, los alimentos integrales procesan la grasa, lo que propicia que la piel no se escame y se reseque.