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REPORTAJES
Actualizado 07/11/2019 22:46:04
Patxi Veramendi

Dos granjas producen, en este momento, toda la leche que se utiliza para la elaboración de la Mantequilla de Soria. Existen ganaderos interesados que podrían ampliar la producción, mantener las explotaciones y garantizar el futuro de la mantequilla ya que la DOP necesita leche de Soria. Quince años después, la Denominación de Origen necesita un mayor impulso.

Solo 450 vacas -en dos granjas de Ventosa de San Pedro y Covaleda- aportan en este momento la leche para elaborar la Mantequilla de Soria, con Denominación de Origen Protegida (DOP) desde el 15 de junio de 2004, fecha en la que la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta publicó la protección de calidad y creó el Consejo Regulador.

Una situación muy diferente, al momento en el que se iniciaron las gestiones y trámites de la DOP, en el año 1999, cuando eran una veintena los ganaderos que tenían granjas de vacas de leche en la provincia. El empuje dado por la asociación de confiteros elaboradores de mantequilla, el ánimo de las administraciones, o el apoyo de la Cooperativa Lechera Soriana, llevó a los ganaderos a participar y sacar adelante el proyecto de la DOP Mantequilla de Soria, que se veía como un recurso interesante de desarrollo para la provincia.

Sin embargo, quince años después, la situación de la producción de leche en Soria se encuentra en un punto crítico. Las administraciones y sus responsables políticos no han cuidado y mimado el producto Mantequilla de Soria, no lo han potenciado suficientemente, y no han estado atentos a una realidad dura: la despoblación del medio rural y la progresiva desaparición de las granjas de vacuno de leche.

Lo que ha ocurrido con el sector de la leche en Soria, no es algo muy diferente a lo que está pasando en el conjunto de la actividad agraria provincial, muy especialmente en la ganadería. Cada vez hay menos ganaderos, que abandonan su actividad, cansados de un trabajo muy sacrificado, y hartos de muchísimos condicionantes normativos de todo tipo, exigidos por las diferentes administraciones -desde la local a la europea-, que limitan la gestión de la explotación hasta “lo más inimaginable”. Si a esto se suman las exigencias de las industrias transformadoras, o la escasa rentabilidad de las granjas…, “la renovación generacional se presenta como algo realmente complicado, más aún en el caso del sector de la leche”.

Optimismo

Así lo considera uno de los dos ganaderos que quedan en la DOP Mantequilla de Soria, Paco Vallejo, que también ve muy cerca su jubilación y la de sus socios y, por tanto, el cierre de su granja.

Sin embargo, este comprometido ganadero -socio también de Cañada Real-, sin obviar la dificultad en la que se encuentra la DOP Mantequilla de Soria, se muestra optimista y esperanzado por el futuro. Eso sí, es contundente a la hora de pedir “todos los apoyos necesarios” a instituciones y administraciones. “Es un reto de todos los agentes sociales y económicos”, recalca, “el mercado de la mantequilla está abastecido, pero hay que trabajar para el futuro”.

Y es que, al parecer, existen personas interesadas en la instalación de granjas de vacuno de leche; si bien, por prudencia, nadie facilita más información. Así lo dejan caer el presidente de ASAJA, Carmelo Gómez, el director de Soriactiva, Anselmo García, o el propio Paco Vallejo. Habrá que esperar para poder dar buenas noticias. Toca confiar.

Carmelo Gómez considera que no hay que esconder la realidad, en el tema de la DOP Mantequilla de Soria, que hay que afrontar los problemas de cara, para lograr aumentar el número de vacas, con la creación de alguna granja más, que asegure una producción de leche suficiente, y permita plantear nuevos planes de futuro para la mantequilla soriana, un producto de calidad ya reconocido. “Hacen falta granjas bien dimensionadas, porque la rentabilidad es mínima en el sector de la leche, y si no hay un beneficio ningún ganadero va a querer estar”, apunta.

Soriactiva

Anselmo García asegura que Soriactiva y Caja Rural de Soria se van “a volcar para apoyar cualquier iniciativa que surja de jóvenes ganaderos para crear granjas de vacuno de leche, sea en asesoramiento, formación, financiación, instalaciones...”.

Además, el responsable de Soriactiva recuerda el convenio firmado con la Diputación Provincial, por la que Caja Rural de Soria adelanta hasta 75.000 euros, y los intereses los abonan al 50% Soriactiva y la Diputación, para que el joven emprendedor ganadero -en este caso-, no tenga que pagarlos. No se exigen avales, no se cobran comisiones de apertura del préstamo, las condiciones son buenas, y solo se pide la aceptación de la Junta del proyecto de incorporación como joven agricultor o ganadero...

García destaca que lo importante es ser eficientes y rápidos, a la hora de aportar los recursos económicos que se necesitan para iniciar una nueva iniciativa ganadera, sin que se frustre la ilusión ni la puesta en marcha de la explotación.

El director de Soriactiva insiste en la importancia de que se establezcan colaboraciones y entendimientos entre agricultores y ganaderos, para propiciar mejores rentabilidades en los proyectos de nuevas granjas, al contar con una base territorial de apoyo, por ejemplo, para forrajes.

Existen ejemplos exitosos de esta colaboración en otros lugares, como Palencia, León, Gerona o Córdoba. En este sentido, en Soria no hay que perder de vista la zona de Almazán, por el potencial de los forrajes que puede aportar el regadío, sugiere Anselmo García. Y quedan otras fórmulas, como el alquiler de granjas e instalaciones.

En busca del conjuro que impulse el potencial económico de la DOP

No hay soluciones sencillas para impulsar el sector ganadero de leche en la provincia, una actividad muy poco rentable en España, donde se está produciendo el cierre de centenares de pequeñas y medianas granjas familiares, en comunidades tradicionalmente productoras de la cornisa cantábrica.

En Soria, la ‘reconversión’ agraria que se vivió hace unas décadas acabó con la presencia de vacas de leche, incluso en el corazón del origen de la mantequilla de Soria, la comarca de El Valle. Aquella reorganización y modernización del sector agrario de la provincia -que ahora se ve con una visión más crítica- terminó con la producción del vacuno de leche. No se apostó por la redimensión de los establos y pequeñas granjas familiares, por su homogeneización genética, o no se impulsó la concentración parcelaria de pastos (como sí se hizo en el caso del cereal).

Seguramente, la DOP Mantequilla de Soria llegó cuando el sector de leche daba sus últimos coletazos, con la excepción de alguna explotación, que sí se modernizó y se dimensionó, y que ahora se enfrenta a su relevo generacional, como es el caso de la granja de Paco Vallejo.

Pero como todas las partes implicadas coinciden en resaltar que “aún estamos a tiempo” de salvar la DOP Mantequilla de Soria y de impulsar la producción de leche, hay que confiar en que las administraciones locales y provinciales, las organizaciones empresariales y agrarias, los confiteros, la hostelería o el comercio, aúnen estrategias y se conjuren para hacer de la mantequilla un elemento dinamizador económico y de desarrollo en la provincia, con un mercado potencial que hasta ahora no se ha impulsado y comercializado suficientemente.

Existen ejemplos en los que fijarse, como la recuperación de la razas serrana soriana (vacuno) o la ojalada (ovino). Sin granjas en Soria no habrá mantequilla de denominación de origen, puesto que solo puede elaborarse con leche que se produce en la provincia.

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