La Diputación Provincial ha acogido la presentación de la celebración del Samain de Garray. La cita se ve este año obligada a cambiar de ubicación al demorarse el premiso de la Junta para acceder al Yacimiento de Numancia.
El Samain 2019 deberá iniciarse en el graderío de La Hoya (Garray). Así se ha anunciado esta mañana en la rueda de prensa de presentación de la que será cuarta edición de la recuperación del rito celtíbero que "a pesar de las trabas y la demora en los permisos" está llamada a reeditarse como "una noche mágica".
La noche de Samaín, tradicionalmente celebrada el 31 de Octubre, simboliza el tránsito del mundo de la luz, al de la oscuridad. Es decir, del mundo de los vivos al de los muertos. Una tradición que el pueblo de Garray recuperó hace cuatro años y volverá a ponerla en pie este 2019.
Ernesto López, presidente de la Asociación de Amigos de las Ánimas, ha destacado que se trata de "la actividad más antigua de la que tenemos documentación dentro del Festival de las Ánimas" y ha puesto en valor que "tanto la asociación Tierraquemada como la asociación Numancia llevan a cabo un gran ejercicio profsional que se enfoca al exterior, directamente al visitante".
Rubén García, de la asociación Tierraquemada, ha sido el encargado de explicar el desarrollo del Samain 2019, una cita que dará comienzo a las 18:30 horas en el graderío de La Hoya en lugar de en el yacimiento de Numancia por "haberse demorado demasiado el permiso de la Junta para acceder al recinto". María José Jiménez ha lamentado la actitud del Museo Numantino que "siempre se han mostrado reacios a que este acto se desarrolle en el anterior del yacimiento".
Allí, el equipo arqueológico de Numancia ofrecerá una explicación didáctica y científica sobre los orígenes del rito y el enlace de este con la cultura celtíbera. La música de una gaita escocesa, a manos de John Stewart, romperá el silencio de la noche entonando el 'Amazing Grace', himno del Samaín que sirve como homenaje a los héroes caídos.
Posteriormente, se producirá un desfile con antorchas, portadas por los numantinos, que recorre Garray hasta el río, donde se colocará una estela dedicada al Litelón, guerrero jefe que firmó la paz con Marcelo.
Una parrillada, acompañada por música y bailes celtas, pondrá el broche a una noche mágica en Garray.