Medio centenar de jóvenes de Castilla y León, entre ellos 7 sorianos, residentes en Madrid se reunen para tratar de poner su granito de arena en la lucha contra la despoblación.
Las redes que está tejiendo la Revuelta de la España Vaciada van más allá de las propias plataformas que la impulsan e incluso de las propias provincias afectadas por el drama de la despoblación. Prueba de ello es el primer encuentro de jóvenes nacidos en Castilla y León y que tuvieron que emigrar a Madrid por la falta de oportunidades en su tierra. Se celebró el pasado jueves 17 en la casa de Zamora en la capital madrileña y al mismo acudieron cerca de 50 jóvenes de las 9 provincias de la comunidad, incluidos 6 jóvenes de la provincia de Soria.s
“No se trata de tomar unas cervezas o de hacer un nuevo grupo de amigos, queremos ver cómo podemos poner nuestro granito de arena para solucionar un problema que hemos vivido en primera persona” señala la zamorana María José Pérez, una de las impulsoras del evento junto al vallisoletano Juanjo Álvarez.
Son jóvenes preparados, la mayoría ronda la treintena y cuenta con estudios superiores, lo que evidencian una alarmante fuga de talento. Tienen una historia común: “El problema es que no pudimos elegir” señalan y lamentan que “Madrid parece un agujero negro que no para de atraer gente”. Son la otra cara del drama, la que no sale en los medios nacionales donde parece que la despoblación solo la sufren quienes se quedaron en un pueblo que muere poco a poco.
La primera cita sirvió para conocerse y para realizar una lluvia de ideas sobre la forma en que ellos, desde Madrid, pueden ayudar a luchar contra la despoblación. Consideran fundamental tejer redes y humanizar un problema que tiene rostros más allá de las cifras. El segundo encuentro ya tiene fecha, el 7 de noviembre y es probable que vuelvan a escoger una casa regional. “Fue una sorpresa muy positiva, rompimos la barrera generacional que muchas veces sufren estos espacios” relata María José.
Cuentan que el problema de la despoblación “no solo es cosa de la España interior, también es un problema de Madrid”. Cuando llegaron allí al drama de abandonar su tierra, su familia y su entorno se sumaron otras problemáticas, más globales pero que a ellos les afectan de una manera especial, como el precio de los alquileres, la contaminación o la precariedad laboral. “Madrid no siempre es una ciudad fácil” lamenta Pérez.
“En Madrid hay muchas personas con raíces en estas partes de España y tienen cierta sensibilidad con el tema, pero otros muchos lo ven como una lucha justa pero que no va con ellos” relata María José Pérez. Tal vez ese sea el primer paso, convertirse en embajadores de la causa. En el encuentro también se apuntó la necesidad de cambiar los prejuicios sobre lo que significa ser de pueblo. Son las primeras pinceladas de un colectivo que pretende poner su granito de arena en la lucha contra la despoblación desde el corazón de la ciudad más poblada de España. Ilusión y talento no les va a faltar.