La fuerte presión sobre el balón que realizaron durante los 90' los dos equipos provocó muchas imprecisiones y poco juego elaborado
Primera derrota del curso del Numancia DH en la Ciudad del Fútbol ante un gran rival, el Eibar, que planteó un choque intenso, vibrante, con pocos espacios, en el que la fuerte presión sobre el balón que realizaron durante los 90' los dos equipos provocó muchas imprecisiones y poco juego elaborado (2-3).
Se adelantaron los rojillos en el 21' tras una buena acción por banda derecha con gran pase de Mata sobre la incorporación de Édgar, quien, solo en el opuesto, define magistralmente cruzando el balón a media altura haciendo imposible la estirada de Arana, meta visitante
Hasta ese momento, el juego se había desarrollado en el medio campo sin muchas aproximaciones a las áreas, pero un minuto después, de nuevo, el partido se salió de ese guión y un zapatazo desde fuera del área de Alberto supuso la igualada, haciendo inútil la estirada de Pablo Tejedor, principal novedad en el once rojillo. Mucho había costado adelantarse en el marcador y muy poco volver a la igualdad. Esa bien pudo ser la clave del partido porque los Juveniles numantinos acusaron el golpe y estuvieron a merced del Eibar durante los siguientes 10 minutos, tiempo suficiente para que de nuevo Alberto marcara el 1-2 tras aprovecharse de una acción de verdadera mala suerte, al golpear el despeje de Tejedor en la pierna de Vicario y quedarle al 10 armero un balón franco dentro del área que solo tuvo que empujar a la red.
Retomó el partido su planteamiento original y volvió a verse una presión muy intensa sobre el poseedor del balón, haciendo muy difícil enlazar pases. Lo consiguió el Eibar en una acción rápida que culminó Peralta haciendo el 1-3 visitante en el 77'. Lejos de perderle la cara al encuentro, los cachorros rojillos apretaron los dientes y pusieron en verdaderos apuros la meta armera hasta que el 85' Mata acertara en el mano a mano para firmar el 2-3. Tuvo opciones de ahí hasta el final de igualar el choque el Numancia a balón parado, pero el marcador no se movería.