600.000 kilos de uvas de la vendimia son de albillo mayor, un hito de la DO Ribera del Duero, que tendrá vinos blancos amparados por su marchamo de garantía por primera vez en sus 37 años de historia.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero ha dado por cerrada la vendimia 2019, que ha tenido lugar del 12 de septiembre hasta finales de octubre con un total de 96 millones de kilogramos de uva recogidos de excelente estado y calidad, tras los 125 millones que se cosecharon en 2018, siendo la del año pasado la segunda mayor cosecha de su historia tan solo por detrás de los 133 millones de kilos que se recolectaron en 2016.
Entre ellos, 600.000 kilos recolectados han sido de uva albillo mayor, un hito en la vida de esta región vitivinícola, conocida mundialmente por la calidad de sus tintos y rosados. Así, por primera vez en sus 37 años de historia habrá vinos blancos amparados por la DO Ribera del Duero. La reciente modificación del pliego de condiciones del reglamento de la DO ha permitido a las bodegas de la DO elaborar vinos con al menos un 75% de albillo mayor, uva autóctona de la Ribera del Duero, cuyo cultivo se remonta a la Edad Media, y que hasta ahora se utilizaba para complementar la elaboración de los otros tipos de vinos amparados.
Un total de 8.300 viticultores y 300 bodegas han participado en la cosecha de las 23.371 hectáreas inscritas en la Denominación de Origen. Alrededor del 80% de las uvas ha sido vendimiada a mano, realizando una exhaustiva selección de racimos. La vendimia de este año ha dejado una producción de uva de excelente calidad, tanto para vinos jóvenes como de guarda.
La cantidad de la cosecha ha sido inferior a lo habitual, en especial debido al escaso tamaño y por ende peso de las bayas. No obstante, la calidad de la uva ha sido muy alta como consecuencia de la incidencia de este tamaño en la relación superficie/volumen de la baya e igualmente por las condiciones climáticas de la maduración que han permitido una perfecta maduración. Así, se trata de una vendimia marcada por la producción de vinos muy bien vestidos con un profundo color.
En definitiva, vinos frescos y elegantes con una nariz muy expresiva y gran equilibrio en boca destacando especialmente lo aterciopelado de sus taninos. La buena preparación y el impecable cuidado y mantenimiento del viñedo por parte de los viticultores de la Denominación de Origen ha sido clave para prevenir posibles plagas y enfermedades.
En palabras de Agustín Alonso, Director Técnico del Consejo Regulador de Ribera del Duero: “La campaña ha sido de una duración normal en lo que se refiere a su conjunto, concentrándose las entradas de uva principalmente en la última semana de septiembre y la primera de octubre. Los vinos producidos en esta campaña, no sólo harán las delicias de los amantes de los vinos jóvenes y frescos más ligeros, sino también las de los amantes de los vinos de guarda de Ribera, recordando en cierta medida las longevas cosechas del siglo pasado”.
Pionero sistema de autocontrol
La vendimia de 2019 también estará marcada por un nuevo sistema de gestión pionero en el sector que Ribera del Duero ha empezado a implementar este año, basado en un sistema de auditoría y autocontrol.
La totalidad de la vendimia, tanto para los viticultores como para las bodegas, se ha gestionado de manera online mediante una aplicación web exclusiva, cumpliendo con la Norma ISO/IEC 17065.
Sobre el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero es el organismo responsable de velar por la autenticidad de los vinos de esta región, asegurando que cada botella que lleva su contraetiqueta ha superado rigurosos controles de calidad.
Cerca de 300 bodegas forman parte de esta demarcación situada en la cuenca del río Duero y seleccionada como Mejor Región Vitícola del Mundo en 2012. Los vinos de la DO Ribera del Duero se caracterizan por su gran calidad, producción limitada y una fuerte apuesta por la innovación. El afán de superación, la experiencia y una actitud creativa, junto con la dedicación, tradición y talento de sus viticultores y bodegueros, convierten a los vinos de Ribera del Duero en únicos.