El Partido Popular parece el único beneficiado por una repetición de elecciones que darán un parlamento con una única suma sencilla; la gran coalición de PP y PSOE. Las encuestas preveen un batacazo de Rivera que da alas a Casado. En Soria, con Antón y Cabezón repitiendo en el congreso, toda la intriga se centra en el Senado. Serias opciones de lograr un diputado para Teruel Existe, la primera plataforma de la España Vaciada en dar el salto a la política.
Los españoles volvemos a estar llamados a las urnas el próximo 10 de noviembre. Por cuarta vez cuatro años, la incapacidad de los políticos patrios para llegar a acuerdos vuelve a obligarnos a ir a los colegios electorales.
Así las cosas, es de entender el hastío de los españoles ante unos comicios donde repiten los mismos candidatos, todos ellos varones, por cierto, que hace medio año y para los cuales los resultados barruntan un hemiciclo similar al actual o incluso con una aritmética más complicada para cualquier pacto que no sea la gran coalición.
Con una nueva crisis económica a las puertas, ha sido la sentencia del referéndum inconstitucional la que ha marcado la precampaña. La alerta antifascista ha pasado a mejor vida y las acusaciones de impedir los acuerdos son cruzadas y centran el debate. Las encuestas vaticinan un PSOE al que su apuesta de repetir las elecciones podría salirle mal, incluso llegando a perder escaños, pese a controlar el aparato de Moncloa, y con mayores dificultades para lograr los 176 votos de la investidura.
Reforzado saldrá el bipartidismo, síntoma inequívoco del fracaso de la `nueva política´ que tanto anhelaba este país y que tanta frustración ha provocado en muchos electores. El fracaso lo ejemplifica Ciudadanos para quien las encuestas pronostican una caída espeluznante. La mayoría de sus votos los cogerá el PP, que salvará así un `match ball´ de campeonato y que sueña en silencio con superar en escaños a Pedro Sánchez, usando una táctica que bien podría firmar el mismísimo Mariano Rajoy.
El la izquierda, Podemos (en constante descomposición) deberá enfrentarse a la incógnita que supone Iñigo Errejón y al desencanto de sus propios votantes tras el acuerdo de gobierno fallido. Al otro lado, Vox aguanta el tipo gracias a noticias que nos retrotraen a otra época.
Si les estoy contando todo esto, que ustedes ya saben, es porque en la provincia todo el bacalao está vendido. Desde que en el 2007 la despoblación nos arrebatase un diputado nacional, dejándonos solo en dos, el margen para la sorpresa es, literalmente, nulo.
Para que se hagan una idea, en las elecciones de abril al PP, en su peor momento, le sobraron más de 5.350 votos ante un Ciudadanos en auge. Pese a que el pacto con la PPSO saltó por los aires en el último momento, los populares ya no miran hacia abajo y se creen capaces de recortar los 2.630 votos que lograron de ventaja los socialistas en abril y volver a ser el partido más votado en la provincia. Para poder comparar, hace medio año el PSOE logró 16.463 sufragios y el PP 13.833 apoyos.
Así las cosas, no es ninguna temeridad afirmar que Javier Antón (PSOE) y Tomás Cabezón (PP) volverán a ser los dos diputados nacionales por la circunscripción de Soria.
Con este panorama, muchos sorianos estarán pendientes de los resultados del 10N en Teruel. Allí, la plataforma Teruel Existe ha dado el paso - tras 20 años de activismo- de convertirse en agrupación de electores y presentarse a las elecciones. En la provincia, pese a las presiones externas y a las distintas sensibilidades internas, la plataforma Soria Ya decidió, al menos de momento, no dar el paso.
En Aragón, la presencia de Teruel Existe ha revolucionado el gallinero, poniendo muy nerviosos a los partidos tradicionales, especialmente a los socialistas, aunque el asiento lo perdería el partido de Albert Rivera. Las encuestas les dan un diputado y los sitúan cerca de PP y PSOE.
Socialistas y populares aspiran a colocar a tres de los suyos en una cámara sin apenas función, pero que fortalece el músculo de los partidos. En abril fue 2-2. La PPSO ficha a Adolfo Sainz tras la ruptura de su acuerdo con el PP.
Si la batalla para el Congreso se presenta anodina, todo lo contrario ocurre en el Senado donde las batallas no solo con el rival político sino también con quien se comparte idología, aunque este esté en tu propio partido.
En abril, el resultado fue 2 para el PSOE y 2 para el PP. Los socialistas repiten candidatos; Jesús Manuel Alonso, Pilar Dilgado y Pedro Carlos Lafuente. Este último fue quien se quedo sin escaño hace medio año, pese a que los recuentos e impugnaciones se alargaron más allá de la noche electoral. Las miradas también estan puestas en el alcalde de Ágreda a quien sus compañeros acusan de pedir unicamente para él y no para los 3 miembros de la candidatura.
En el PP se quedan fuera MariMar Angulo, quien tras no contar con el apoyo de los sorianos ha decido dar un paso atrás y volver a su actividad docente, y Laura Prieto, cercana a Yolanda de Gregorio y vetada desde Madrid pese a ser la candidata popular con más apoyo. En sus lugares entran María José Heredia y López Represa, dos de los nombres fuertes del partido a nivel institucional en la provincia. Repite Gerardo Martínez.
Los populares quieren recuperar el clásico 3-1 a su favor, algo que tendrían más fácil si el acuerdo con la PPSO no se huciera roto a último hora. Estos, rebotados, decidieron sacar del PP a Adolfo Sainz. El que fuera hasta hace unos meses la cara visible del PP en la capital se ha dado de baja en el partido y ahora es cabeza de un cartel de la PPSO que comparte con Antonio Pardo.
Por Vox encabeza la lista Sara López, José Antonio Leal la de Ciudadanos y José Luís San Juan la de Unidas Podemos.
En abril, Alonso fue el más votado con 17.540 sufragios, dosmil por encima de sus compañeros de partido. La barrera para lograr escaño fue de 14.504 votos.