Miles de personas presencian el desfile del festival en la capital en una edición que además de consolidada, gana en su puesta en escena.
Retumbar de tambores. Humaredas con olor a fósforo. Templarios. Frailes. Luces de Bengala. Emormes marionetas de esqueletos. Sonido de cuerno... y público. Miles de personas han asistido en la noche de este viernes, día de Todos los Santos, a la cita más importante de las que se organizan en torno al Festival de las Ánimas en la capital a pesar de la lluvia que caía de forma intermitente.
El desfile de las Ánimas, que ponía en escena a más de ochenta personas en la calle para llegar hasta el Duero, se iniciaba en Mariano Granados, continuaba Collado abajo hasta la plaza Mayor y seguir por el casco antiguo para llegar hasta las orillas del río.
Allí, en un lugar de auténtica leyenda, se daba lectura a la leyenda 'El monte de las Ánimas' que este año era pronunciado por el actor de doblaje Salvador Aldeguer ante millares de espectadores, que sentados y de pie han escuchado el texto becqueriano que cada año es pronunciado por lector diferente.
Y después, tal y como se viene programando ya en sus inicios, la batida de ascuas y el paso de fuego y fuegos de articifico ponían el punto final a una jornada donde la climatología ha ayudado a celebrar una edición 'de miedo'.