Niños y animales son los más expuestos a los peligros de la procesionaria. La endoterapia asegura resultados fiables a un precio más que accesible.
Aproximadamente a comienzos del mes de abril saltan todas las alarmas. La oruga procesionaria del pino abandona el que ha sido su hogar durante el invierno y emprende su viaje al suelo. Es entonces cuando se buscan soluciones paliativas poco eficaces y nunca seguras al 100% para intentar evitar el contacto con los pelos urticantes que cubren su cuerpo y suponen todo un peligro para humanos y animales.
Lo mejor, como siempre, enfocarse en la prevención y para ello se debe actuar ahora, entre octubre y el 15 de enero. Así lo asegura Juan Antonio del Amo, director técnico de Serbiam. Empresa soriana que es experta en combatir el que está considerado como el insecto defoliador más importante de los pinares. Lo hace con un método “totalmente ecológico e inocuo para personas y animales” afirma.
El experto se refiere a la endoterapia, una técnica que consiste en la realización de varias inyecciones en el tronco, dependiendo de las dimensiones del árbol, para introducir un compuesto que se distribuye por todas las ramas del mismo para llegar a las hojas de las que se alimentan las larvas. “Se trata de un tratamiento muy efectivo que reduce el riesgo de plaga y acaba con todas las molestias y los riesgos que se derivan de ella”, asegura Juan Antonio del Amo. Además, continúa el director técnico de Serbiam, “al año siguiente el árbol se verá mucho más sano pues la procesionaria le ataca a él directamente pudiendo llegar a secarlo por completo”.
Así pues, este es el momento de poner soluciones y dejarse guiar por la experiencia. Esta avala a Serbiam pues llevan cuatro años poniendo en práctica la endoterapia en Soria. El precio es más que accesible, unos 40 euros de media por árbol.