Desde el sindicato Csif lamentan que la falta de persona impida garantizar la seguridad del centro. La nueva cárcel necesitaría, mínimo, 300 funcionarios y la actual plantilla se reduce a 117.
Desde el sindicato lamentan que la falta de persona impida garantizar la seguridad del centro. La nueva cárcel necesitaría, mínimo, 300 funcionarios y la actual plantilla se reduce a 117.
Jorge Vilas, presidente nacional de instituciones penitenciaras de Csfi- el sindicato mayoritario en la mesa de prisiones- ha visitado hoy Soria para denunciar la “plantilla deficitaria” de la prisión de Soria. Con un 20% de la RPT (relación de puestos de trabajo) sin cubrir se está alterando “gravemente el funcionamiento de la prisión” hasta tal punto que los funcionarios se ven “incapaces de garantizar la seguridad” de la prisión.
En total, en la cárcel de Soria hay actualmente 117 funcionarios y un total de 24 plazas sin cubrir. Por ello piden al gobierno una oferta de empleo público y traslados que puedan solucionar un problema que va a agravarse pues “la media de edad supera los 56 años” y muchos funcionarios pueden decidir jubilarse o pasar a segunda actividad en cualquier momento. “Cada mes que pasa el problema se agrava” señala Vilas.
El problema afecta a todas las áreas, vigilancia, sanidad, organización… y lo ejemplifica la situación de los médicos. En estos momentos la prisión cuenta con 166 internos y un solo doctor. Un doctor que desde el pasado otoño está en edad de jubilarse y que ya ha manifestado su intención de hacerlo.
Mientras tratan de retrasar esa decisión el ministerio de interior ha aprobado una resolución para un médico interino durante 6 meses. “Un parche” lamenta Csif que reconoce que el problema de la falta de médicos en las cárceles es común a toda España. En Soria, con un solo médico los internos pasan días sin recibir atención médica y las enfermeras realizan funciones que no les corresponden.
De esta situación crítica CSIF culpa al gobierno, pero también al director de la prisión de Soria cuya “capacidad de negociación es nula” y califican de “una aberración” la gestión de la cárcel de Soria. También piden que el subdelegado del gobierno “se moje las manos” y que desde el ministerio no hagan “oídos sordos”.
Junto a los médicos otro problema llamativo es el de la seguridad del recinto. La seguridad exterior corresponde a la Guardia Civil, pero en el caso de Soria en la garita que controla la barrera se sitúa seguridad privada. Una decisión que lastra la seguridad y funcionalidad del centro pues este vigilante no puede identificar a la gente. Csif considera que esta subcontratación por parte de Marlasca es una decisión política para “favorecer a determinadas empresas”.
La nueva cárcel
Mientras la cárcel de Soria vive esta situación crítica, Csif denuncia que el nuevo centro penitenciario de Las Casas “no se abre única y exclusivamente por la falta de personal” y que esa falta de personal se debe a una “decisión política” pues “cuesta mucho dinero”. Con una inversión total de 130M€ y capacidad de 720 internos Csif pide que no sea abierta “para la galería” sino de manera completa. La nueva prisión necesitaría, al menos, 300 funcionarios