Unos 15 piragüistas sacaron a pasear sus canoas para remar hasta la isla del Peñón. Colocaron el belén, cantaron un villancico y brindaron con cava.
Soria aprende a celebrar la Navidad de una forma distinta gracias a la labor del piragüismo soriano. Esta tarde, sobre las 16:00 horas, unos 15 piragüistas no fallaban y acudían a la ya tradicional colocación del belén en la isla del Peñón.
El agua bajaba a borbotones, pues las últimas y violentas lluvias han llenado el río Duero. La agradable temperatura y la cálida tarde de diciembre invitaban a enfundarse el neopreno sin temor. Las canoas partían desde el Paseo San Prudencio y debían llegar al Peñón, justo debajo de la muralla de la capital soriana. Antes, atravesaron el Puente de Piedra. Costaba remar, pues se notaba que el agua corría con fuerza.
Generando expectación en la orilla, iban llegando a su destino. Colocaron el belén esculpido en madera, cantaron un villancico y descorcharon la botella de cava para brindar por esta iniciativa, nacida a finales de los 70.