Luis Carrión, entrenador del C.D. Numancia


DEPORTES
Actualizado 26/12/2019 09:12:04
Bernat Díez

En silencio, camino de montar una obra faraónica en Soria, el técnico de la Ciudad Condal deja en el aire lo de ascender a Primera división. Su Numancia, afincado en zona de Promoción, no renunciará a nada.

Mensajes de la retransmisión en directo

"Ese hombre tiene renos" y "hace nevar". Al parecer, "si miras bien…", no, no es un elfo, sino Luis Carrión, un barcelonés que ha movilizado al CD Numancia hasta la mismísima zona de Promoción. Lo ha realizado a base de "ilusión" y "hambre". Y eso que en verano de 2019, a raíz de esas intenciones, el vestuario le podía acusar "de loco". ¿Usted cree en el 'Carrionismo'? Por lo que se ve, Soria y el vestuario rojillo, sí. Él mantiene la cautela y tira de frases comedidas, sin renunciar al "atrevimiento" y a la "ambición".

Soria Noticias: Oiga, ¿cómo enfocamos esta entrevista?, ¿más mirando hacia Primera o haciendo hincapié en la importancia de la estancia en Segunda?

Luis Carrión: Buff… La enfocamos desde donde estamos ahora. Estamos en Segunda, pero queda toda una segunda vuelta en la que pelear y mejorar lo que hemos hecho en la primera.

SN: Feliz Navidad, míster. ¿Qué le pide a 2020?

L.C: Pido salud y ser felices, como hasta ahora. En lo deportivo, no pido ganar ni perder, sino disfrutar con el equipo, que sigamos igual, con la misma armonía y que eso se transforme en resultados.

SN: Para el CD Numancia, ¿en la carta de los Reyes Magos de Carrión hay alguna demanda concreta en cuanto a fichajes?

L.C: (risas)

SN: ¿De qué se ríe?

L.C: Siempre pasa igual en diciembre… Intentamos mejorar la plantilla, pero no vamos a traer por traer. Los lesionados serían los mejores fichajes.

SN: ¿Salidas?

L.C: De momento, nadie me ha pedido salir. Es normal que a la gente que ha hecho una buena primera parte del campeonato le salgan cosas, pero creo que todo el mundo está bastante implicado en el proyecto. Creen que se puede hacer un buen año. Conmigo, todo el mundo puede jugar.

SN: Ejercicio redondo, casi como los números del CD Numancia en Liga. Están de buen año…

L.C: Estamos bien. Días buenos y malos. Pero, ¿quién no tiene un día malo en Segunda? Las sensaciones generales del equipo son buenas. 2020 es interesante. Podemos hacer una segunda vuelta mejor.

SN: Lástima lo de la Copa.

L.C: Es una pena porque teníamos mucha ilusión puesta en el torneo. También se que a la gente le hacía mucha ilusión, pero hicimos un buen partido ahí y nos quedamos fuera. Luego, el equipo reaccionó bien en Cádiz, lo importante. Hemos de trabajar bien en Liga para que la gente se olvide de lo de la Copa.

SN: ¿Se ha puesto serio en cuanto a lo de excesos navideños?

L.C: Tenemos a un equipo bastante profesional. En cuanto a índices de grasa, estamos bien y muy bajos. Los días libres son libres: los futbolistas han de disfrutar de estar en familia. Alguno vendrá con un kilo de más, por eso empezamos a entrenar antes.

SN: ¿Lo del Ramón de Carranza supone un punto de inflexión? No se asalta la casa del líder todos los días.

L.C: Hace falta un resultado de estos para creérselo un poco más. Son tres puntos más. Si estamos mal, podemos perder contra cualquiera. Teniendo personalidad, se demuestra que se puede ganar en un campo en el que no había vencido nadie todavía.

Los límites del CD Numancia

SN: Carrión, turrón y Promoción. Todo rima. Menudo pareado. ¿Ve a este Numancia en los play-off una vez terminada la fase regular?

L.C: Hay que ser comedido, pero no un falso modesto. Estamos bien. En media vuelta estamos en Promoción de ascenso, ¡y no es fácil! Hay que pelear siempre por lo que tienes delante. En Segunda cuesta mucho. No hay que pensar en el final de Liga. Ya veremos cómo vamos yendo.

SN: Díganos, entonces, ¿dónde están los límites de este Numancia?

L.C: Se lo digo a mis jugadores: lo bueno que tiene este equipo es que tiene mucho margen de mejora. Hemos hecho buenos partidos, pero nunca perfectos. Tenemos capacidad para hacer mejor las cosas.

SN: En ciertas ocasiones, los entrenadores evitan las varitas y las pócimas para hacer mención a la resurrección de un equipo. Míster, ¿dónde está el secreto?, ¿qué tecla ha tocado?

L.C: Un entrenador puede ayudar mucho, pero los que salen luego al campo y tienen que rendir son los jugadores. Hoy en día, lo más importante es que el jugador crea en tu mensaje, clave. Que entiendan que lo que se les pide es lo mejor para ganar. Respecto a individualidades, no me he encontrado ninguna en este vestuario. Creo que es importante que ellos vean que no hay un once fijo.

SN: Los gurús y los videntes les enterraban antes de iniciar la competición. Les descendían las predicciones iniciales. ¿Qué les diría?

L.C: Nada… Se ven presupuestos y la gente se hace una idea. Dirían los mismo del Fuenlabrada. Mis jugadores han entendido que el dinero da igual, que el presupuesto da igual. Muchas veces, la ilusión mueve montañas. Lo importante es que se lo crean.

SN: Hacer apenas ruido y trabajar en silencio con el Numancia en esta Segunda 2019-20, ¿la clave?

L.C: En cualquier equipo. Hay que trabajar en silencio. Trabajar, sobre todo. Los jugadores han de sentir la armonía. Luego, los resultados van saliendo. En Segunda, uno puede ganar a cualquiera. Hay que pensar en lo más alto posible.

SN: Con Carrión, el Numancia interpreta mejor la posesión y los espacios. Queda demostrado que su equipo puede llevar la iniciativa en los encuentros además de gustarse a partir de jugar bien.

L.C: Cada partido es diferente, pero a mí me gusta tener a un equipo protagonista, pero bien entendido ese protagonismo. Tener el balón por tenerlo, no. Hay que tenerlo sabiendo hacer daño al rival. La mayoría de goles en Segunda o Primera son tras una recuperación, con lo cual entiendo que hay que trabajar bien la presión. El gol supone dos/tres pases.

‘Carrionismo’

SN: La afición le sigue. Está a muerte con usted. ¿Cree en el ‘Carrionismo’?

L.C: (ríe) Me gusta… Entre todo, veo una buena armonía. Sobre todo, me gusta verla cuando perdemos; cuando ganas es más fácil. Los días en los que hemos perdido, pues la gente se ha quedado animando al equipo. Hay una buena sintonía. Yo me siento muy querido en Soria, por la afición y en la calle. Devolvemos con esfuerzo lo que nos dan.

SN: Le tomamos la palabra: “El Numancia puede ganarle a cualquiera”.

L.C: Sí, creo que sí. Se ha demostrado. No creo que hayamos ganado un partido no mereciéndolo.

SN: “Ilusión” y “hambre”. ¿Ha logrado grabar a fuego esas palabras en el vestuario? En rueda de prensa, no se ha cansado de repetirlas.

L.C: Creo que sí. Al principio es lo que más me costó, que el vestuario creyera en mi mensaje, que no pensarán que estaba loco. Poco a poco, hemos ido creciendo en eso. En la vida, hay que tomar siempre una postura valiente y mirar siempre hacia adelante. El equipo lo ha entendido bien.

SN: Desde Melilla ya lo avisaban. Carrión no se casa con nadie. Juega el que mejor está. Guillermo, Nacho o Alain Oyarzun lo pueden probar. No le tiembla el pulso a la hora de sentar a los pesos pesados.

L.C: Intento ser justo, entendiendo que mi justicia no es la de otro… Para mí, no hay nadie más importante que otro en el equipo. Me da igual un jugador de 20 años que otro de 30. Intento tener enchufada a la gente que no está participando tanto. Adri (Castellano), que no está jugando mucho, llega al Carranza ¡y hace un partido espectacular! No soy un tío que tenga alineaciones fijas. Es la clave para que un equipo funcione, desde mi modo de pensar.

2020

SN: ¿Qué hay que mejorar en 2020?

L.C: Lo mejor es que tenemos bastante por mejorar. Hay que ser más estables durante los partidos, durante 90 minutos. No me gustan las idas y venidas en los partidos. Hay que mejorar, también, en algunas acciones defensivas; mejorar en casi todo.

SN: ¿Y qué hay que conservar o mantener?

L.C: La ilusión, el hambre. Hay que entender que el camino para lograr victorias pasa por hacer un gran partido durante los 90 minutos. El día que hemos pensado que solo con tener el balón bastaba, hemos estado mal.

SN: Asimismo, Carrión tiró de ‘cincuentapuntismo’ para evitar hablar solo de permanencia. ¿En qué se centrará el Numancia en este 2020 que está al caer?

L.C: A aspirar a lo máximo, siempre que se pueda. Dentro de tener objetivos reales, hay que tener ilusión por intentar conseguir algo más. No perdemos nada… Sé que es una postura arriesgada, pero eso te da ilusión. Cuando te planteas un objetivo medio-bajo y lo logras, luego te abandonas un poco. Ya veremos donde estamos en marzo.

SN: Pablo Machín, al paro. ¿Le da miedo que el nombre del de Gómara empiece a pesar sobre usted?

L.C: No. Me sabe mal por él porque es un gran entrenador y no ha tenido suerte, pero nosotros tenemos que estar centrados en trabajar y hacer las cosas bien. No hay que pensar en mucho más.

SN: En su currículum figura que dirigió al Espanyol femenino. ¿Cabe un Numancia de féminas en Soria?

L.C: Ojalá… Cada vez hay más, pero necesitas muchas fichas femeninas. Necesitamos que la gente se involucre más, que no se vea mal eso de que las niñas jueguen a fútbol en el colegio. En mi época, estaba mal visto que una niña jugase a fútbol. Sé que en la provincia es complicado, a pesar de que el CD San José cuente con él. En una provincia como Soria, aglutinar varios equipos femeninos es complicado. Por eso, la apuesta del San José está muy bien. Las chicas tienen una cosa muy importante: ¡trabajo!

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