Los padres deben conocer los riesgos que conlleva que sus hijos estén conectados a internet, así como la edad legal de acceso a redes sociales, que en Europa se sitúa en los 14 años. Los peligros más habituales para los menores en la red son el ciberbullying, el acoso, el sexting, el grooming, el acceso a contenidos inapropiados, y el robo de datos y hackeo de contraseñas. Los psicólogos de CyL señalan que un móvil no es un regalo de Navidad adecuado para menores de 14 años, ni de 16 con acceso a internet, por lo que apelan al sentido común de los padres.
El 68% de los niños de Castilla y León de entre 10 y 15 años tiene móvil a pesar de que la edad legal para utilizar la red social WhatsApp está estipulada en los 16 años. Desde el Colegio de Psicología de Castilla y León (COPCYL) advierten a los padres de que un móvil no es un regalo de Navidad adecuado para niños menores de 14 años, ni de 16 si el dispositivo cuenta con acceso a internet, y apelan al sentido común de sus progenitores. “No solamente los menores deben estar capacitados a la hora de utilizar el teléfono móvil, sino que también los padres deben ser conscientes de los problemas derivados del uso de las nuevas tecnologías”, señala David Cortejoso, secretario del COPCYL y psicólogo experto en nuevas tecnologías.
Los peligros más habituales a los que se exponen los niños en Internet son el ciberbullying, que es el acoso o maltrato entre menores; el sexting, que consiste en el envío de imágenes o vídeos de carácter sexual; el grooming, o acoso sexual de un adulto a un menor haciéndose pasar por alguien de su misma edad; el contenido inapropiado como pornografía, violencia, retos peligrosos o juegos de azar y apuestas; y el robo de datos y hackeo de contraseñas de los servicios que utilicen. “Ante estos peligros, los padres deben valorar la capacidad y madurez de sus hijos por encima de la edad a la hora de regalarles un móvil. Lo mejor es recurrir al sentido común”, asegura Cortejoso.
Los últimos datos sobre utilización de las nuevas tecnologías en menores del Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúan a los niños de Castilla y León de entre 10 y 15 años por encima de la media nacional en el uso de móviles, el 68% frente al 60% de media en España. Ante estos datos, Cortejoso recuerda a las familias que los padres son responsables de lo que hacen sus hijos en la red hasta los 18 años: “Los progenitores tienen la obligación de conocer tanto la edad legal para acceder a las nuevas tecnologías como el funcionamiento de las apps o servicios que utilizarán sus hijos para educarles en un buen uso”.
Los adultos son de esta manera los responsables de ofrecer a los menores “una adecuada educación digital __como indica el secretario del COPCYL__ hablando con ellos de nuevas tecnologías de vez en cuando y mostrando interés por las cosas que les gustan”. El establecimiento de límites, horarios y consecuencias negativas y positivas por el cumplimiento o incumplimiento de esas normas es indispensable para que, tanto padres como hijos, realicen un uso responsable de los móviles. “Los adultos deben dar un ejemplo adecuado en el uso de sus propios dispositivos tecnológicos”, asegura Cortejoso.
Las normas sobre la utilización de móviles u otros dispositivos tecnológicos deben, como indican los expertos, aplicarse a toda la familia y realizarse de forma consensuada. En primer lugar, es indispensable fijar un tiempo máximo de uso diario y un horario específico dependiendo del día. “Tienen que establecerse situaciones en las que esté totalmente prohibido el uso de móviles, como por ejemplo, durante las comidas”, señala David Cortejoso.
Cada red social o aplicación dispone de sus propias limitaciones, por lo que los padres tienen que revisar la edad legal o recomendada, si el contenido es adecuado para la edad del menor, y los peligros o las opciones de configuración, entre otras cosas. Las herramientas de control parental son necesarias a su vez, pero “siempre con el conocimiento de los hijos”, matiza el secretario del COPCYL. Por otra parte, al igual que existen normas de civismo en la vida real, los padres deben dar a conocer a sus hijos la ‘netiqueta’, un conjunto de reglas que regulan el comportamiento de los usuarios para comunicarse en la red.
El COPCyL advierte también sobre el abuso de los dispositivos tecnológicos que no disponen de conexión a Internet como los drones, coches teledirigidos, videoconsolas u otros juguetes. “Aunque los riesgos son menores, los niños podrían pasar demasiadas horas descuidando otras actividades”, indica Cortejoso, y añade: “Los padres tienen la obligación de ofrecer a sus hijos alternativas de ocio, que son válidas y necesarias para su desarrollo y maduración”.
Durante las fiestas navideñas es habitual que los niños reciban obsequios tanto de los padres como de otros familiares, como abuelos o tíos, una situación desaconsejada por los psicólogos. “Es mejor coordinarse para reducir el número de regalos”, afirma David Cortejoso. Los menores, ante una gran cantidad de cosas, acaban centrándose solamente en unas pocas y abandonan el resto, como aseguran los expertos.
“Si seguimos la tendencia de dar a los niños un gran número de regalos, les acostumbramos al consumismo__ indica el secretario del COPCYL__, cuando lo importante es enseñarles a cuidar y valorar las cosas en su justa medida”. Según los psicólogos, lo adecuado sería reducir el número de regalos y que los padres disfruten de ellos con sus hijos.