El Itacyl ya tiene identificados 36 cultivos alternativos potenciales que incluyen trabajos novedosos en colaboración con productores e industria agroalimentaria.
Este jueves, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, ha clausurado en Valladolid una jornada sobre el pistacho como cultivo alternativo en Castilla y León.
El consejero ha destacado que a raíz del cambio climático, la Comunidad alberga territorios "muy favorables" para implantar alternativas agronómicas que sean "económicamente rentables, como puede ser el pistacho”. De hecho, ha informado, que “Castilla y León ya cuenta con 1.700 hectáreas de este cultivo que se ha multiplicado tres veces y media en los tres últimos años, ya que solo había 450 hectáreas y 370 productores, concentrándose en Valladolid y Zamora el 70 % de la superficie”.
El resto de productores se localizan en la mitad norte de Salamanca, el noroeste de Ávila y en la parte este de Soria. Es decir, principalmente en la zona suroeste de la Comunidad, donde se cumplen las horas de calor necesarias para que el fruto pueda madurar y donde se mantienen los inviernos fríos.
Importancia de la rentabilidad frente al déficit para el consumo
Es un cultivo alternativo muy interesante por el importante déficit para el abastecimiento del consumo, tanto en España como en la Unión Europea, pero también por su alta rentabilidad, ya que sus ingresos, una vez entrado en producción, se sitúan entre 6.000 y 8.000 euros por hectárea. Eso sin contar con otros procesos de transformación que permitirían incluso duplicar estos ingresos.
Las necesidades principales de los pistachos son: veranos largos y calurosos en los que la humedad ambiental no sea excesiva, inviernos fríos o muy fríos, lluvia moderada, zonas ventosas que faciliten la polinización, suelos franco-arenosos, calcáreos, profundos, bien drenados y con un pH alrededor de 6-8.
Trabajos y colaboraciones desde el Itacyl en el sector del pistacho
El Itacyl ha elaborado y publicado un mapa con las condiciones del terreno requeridas por el pistachero y las zonas más favorables y desfavorables para su implantación.
Además, se está llevando a cabo desde 2017 el proyecto: ‘Adaptación y desarrollo de nuevas especies y variedades de frutos secos: pistacho, almendro y nogal en Castilla y León’, dentro del Programa de Desarrollo Rural. Con él se busca asentar y profundizar conocimientos en la adaptación y el comportamiento de distintas variedades en diferentes zonas de cultivo de Valladolid, Ávila y Zamora e incluso el centro-norte de Palencia, siempre en estrecho contacto con los productores y colaboradores del proyecto.
Por otro lado, el equipo dispone de un técnico altamente especializado en este cultivo, que en los últimos tres años ha impartido doce ponencias y cuatro cursos anuales sobre frutos secos dentro y fuera de la Comunidad.
Identificados 36 cultivos alternativos potenciales
El intenso y novedoso trabajo realizado por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, en colaboración con productores e industria agroalimentaria, ha llevado a identificar hasta 36 cultivos diferentes que son una alternativa seria al cereal en la Comunidad:
En cultivos leñosos se buscan, además de las variedades de mayor interés, marcos de cultivo, orientación de la plantación, situación de las plantas polinizadoras, injertos más adecuados, sistemas de podas más apropiados, así como las características de calidad a través de análisis organolépticos y análisis sensoriales.
En cultivos herbáceos, el Itacyl está realizando ensayos determinando la adaptación, selección de variedades, estudio de suelos y abonados, incidencia de plagas y enfermedades, así como análisis de calidad.
Apoyo al cooperativismo como elemento fundamental para el desarrollo del cultivo
La producción y comercialización bajo la fórmula cooperativa conlleva grandes ventajas, como por ejemplo: