Sobre uno de los puentes de la A-11, entre San Esteban y Langa, luce este emblema de Soria.
El caballito de Soria se ha convertido en uno de los símbolos de la provincia de Soria más reconocibles fuera de nuestras fronteras. Son muchos los sorianos que lo llevan en su coche, es una de las piezas más emblemáticas del Museo Numantino y se puede ver en multitud de lugares de la provincia, incluidos los tejados de la capital.
El último lugar donde algún soriano, por ahora desconocido, ha decidido instalarlo es en la Autovía del Duero. O, mejor dicho, en uno de los tramos abiertos de la Autovía del Duero. A mayores del que ya era visible en unos terrenos adyacentes al recorrido de la carretera, ahora la diosa Epona se presume sobre uno de los puentes de la A-11 en el tramo entre Langa de Duero y San Esteban de Gormaz. Colgado con dos bridas el caballo es mecido por el viento saludando el paso de los vehículos.