Bomberos del parque de la Diputación y operarios municipales despejan la nieve de las calzadas y también de las cubiertas para evitar desplomes.
Tras la tempestad, la calma. Y también el trabajo. Así se ha despertado Ólvega este miércoles tras la nevada caída en las últimas horas y que ha dejado un espeso manto blanco calles y tejados.
A tal fin, el Ayuntamiento, con maquinaria pesada ha llevado a cabo acciones de limpienza en las calles para retirar la abundante nieve que dejaba sobre todo en la madrugada de ayer la borrasca Gloria, que se cernía con fuerza e intensidad en la demarcación del Moncayo. También se ha dispuesto un operativo para la retirada de vehículos aparcados en la vía pública que por acumulación de nieve y hielo se encontraban inmovilizados.
En las tareas también han tomado parte los bomberos del parque de la localidad, quienes estrenaban el vehículo para trabajos en altura que hace escasas semanas entregaba la Diputación al servicio antiincendios ubicado en el municipio. Unas labores que se han dedicado a 'aliviar' la precipitación (como se decía antaño), a los tejados, ya que la subida de las temperaturas podría acarrear desprendimientos de la propia nieve acumulada con el consiguiente peligro para personas y vehículos en las calles.