Cristina García, nacida en Soria, trabaja en Tianjin (China) como profesora en una academia privada donde imparte clases a niños y adolescentes. Aunque no presenta síntomas del coronavirus, sus jefes decidieron ponerle en cuarentena debido a su reciente viaje a Pekín para celebrar el nuevo año chino.
La soriana Cristina García se encuentra en situación de aislamiento en la ciudad de Tianjin, donde reside actualmente, como medida de prevención ante el posible contagio del coronavirus. Cristina trabaja como profesora de español, inglés y francés en una academia privada impartiendo clases a cientos de niños y adolescentes.
Durante las vacaciones de Año Nuevo, viajó a Pekín lo que alertó a sus jefes por el desconocimiento de a qué o a quién había estado expuesta. “El año nuevo chino es conocido por el gran número de desplazamientos para ver a las familias que llevan a todo el mundo a todas partes del país. A pesar de no presentar síntomas, desde la empresa decidieron que lo mejor era permanecer aislada 14 días para evitar los riesgos de contagio”.
Desde el aislamiento, Cristina asegura que la situación allí se mantiene “tranquila” para lo que podía haber sido. “La gente está muy concienciada en cumplir las medidas de prevención impuestas por las autoridades para evitar el contagio”. Llevar mascarilla, lavarse frecuentemente las manos y no acudir a sitios públicos donde se puedan producir aglomeraciones son las más básicas. “¡Y no escupir!, que en China es una costumbre muy arraigada” asegura la soriana con ironía.
Cristina se encuentra en esta situación desde el pasado 28 de enero y permanecerá en cuarentena hasta el 10 de febrero. Ese mismo día confía poder retomar su vida normal. “En principio cuando se cumplan los 14 días de aislamiento podré volver a mi rutina diaria. Eso sí, cumpliendo estrictamente las medidas de prevención y teniendo cuidado ya que estamos en periodo de incubación. La rapidez con la que se está expandiendo el virus me indica que para cuando pueda salir de casa, todavía habrá gente infectada”.
La soriana está dedicando estos días libres a “cocinar, limpiar, ver la tele, quitar las bolitas a la ropa… jajaja”, bromea y confirma que “aún no estoy muy aburrida”. Desde Soria, su familia le ha traslado su preocupación aunque Cristina intenta quitar hierro al asunto. “En mi entorno casi no hay afectados ya que nos encontramos muy alejados de la zona 0”.
Cristina cuenta que estaba trabajando en Alemania cuando le surgió la oportunidad de trabajar como profesora en Tainjin y no se lo pensó dos veces. “En la universidad estudié algo de chino y decidí lanzarme a la aventura. A día de hoy es una de las mejores experiencias de mi vida”. El próximo 18 de febrero se cumple un año de su llegada a China y asegura que de momento "no tengo fecha de vuelta a España".