Se ha solicitado al Gobierno y a la Conferencia Episcopal. Así lo ha anunciado el vicepresidente de la institución regional, Francisco Igea. "Lo más importante es que cale en la conciencia de los ciudadanos de Castilla y León la responsabilidad individual.
La Junta de Castilla y León ha trasladado al Gobierno y a la Conferencia Episcopal su recomendación de suspender la Semana Santa. Así lo ha anunciado el vicepresidente de la institución regional, Francisco Igea, después del Consejo de Gobierno extraordinario de este jueves.
De tomarse esta decisión, y según el estudio de impacto económico de la celebración religiosa en Castilla y León, la Comunidad perdería "unos 60 millones de euros". Aún así, las palabras de Igea han sido contundentes: "Somos conscientes del impacto económico, social y moral de estas medidas pero queremos que la población sea consciente del impacto moral de no tomarlas". El vicepresidente de la Junta ha destacado con tono firme que "nos estamos jugando el colapso del sistema sanitario y la vida de alguna persona. Entendemos que haya sectores que no las comprendan pero esta es nuestra responsabilidad y no vamos a abdicar de ella".
Esta, la petición de suspender la Semana Santa en la Comunidad, es de una de las últimas medidas adoptadas por la Junta Castilla y León ante el avance del coronavirus COVID-19. La región se encuentra, según las palabras de Verónica Casado, consejera de Sanidad, en "un escenario de contención" pero "rodeada" por las comunidades más afectadas.
Actualmente, y según los datos oficiales, hay 92 casos confirmados en Castilla y León y 141 personas se encuentran pendientes de resultados de los análisis. Soria, por el momento continúa libre de coronavirus. De los 92 casos confirmados, 63 están en aislamiento domiciliario. La buena noticia de la jornada es que "hoy se ha producido el primer alta hospitalaria", ha anunciado Verónica Casado y "en Miranda de Ebro se ha conseguido frenar el avance del virus".
Francisco Igea ha pedido a todos los castellano y leoneses que adquieran la "responsabilidad individual" necesaria para "el aplanamiento de la curva" de progresión del coronavirus COVID-19. Para ello, lo más eficiente es la "cuarentena social", es decir, "permanecer en el domicilio".
Para ello, y dentro de las competencias de la Junta de Castilla y León, se ha decidido suspender la actividad de los centros de día, se restringen las visitan en hospitales y residencias a una por paciente y de una hora de duración, se suspende la actividad docente de la universidad de la experiencia, se suspende toda la actividad deportiva, de bibliotecas, museos, archivos, albergues, centros residenciales,... Además se pide "evitar el uso de los transportes públicos, especialmente todos aquellos que vienen de zonas de alta transmisión".
La Junta de Castilla y León descarta, por el momento, suspender la actividad en los centros educativos de la comunidad. "Tenemos un escenario diferente a otras comunidades.El sistema escolar es muy disperso y los chicos tienen medidas higiénicas mayores en los centros que en sus casas. Nuestra decisión se basa en criterios científicos y epidemiológico y creemos que por el momento es mejor que estén en clase que mandarlos a casa con sus abuelos", ha manifestado Igea.