La Junta se prepara para adaptar “el mejor modelo asistencia de España” a la nueva realidad con gestores profesionalizados, más controles y más equipos de protección.
La consejera de Familia, Isabel Blanco, ha apostado hoy por un modelo “readaptado” de atención a los dependientes en la comunidad. No se trata de una enmienda al sistema actual, pues Blanco ha reiterado que “el sistema de dependencia de Castilla y León era antes de la crisis el mejor de España y lo sigue siendo” sino de una adaptación a las circunstancias.
La Junta apostará, según la consejera, por la profesionalización de los equipos directivos y la formación de los trabajadores de estos centros. Además, reconoce la necesidad de “dotar a las residencias de equipos de protección mínimos para esta pandemia u otra”. El nuevo modelo también contará con más inspecciones y con el fortalecimiento del sistema de control informático mediante una App de los residentes que se ha puesto en marcha durante esta crisis y servirá para que “donde se vea un mínimo problema poder más rápidamente”
“Reforzar las partes del modelo más vulnerables”, insiste Blanco en un modelo “readaptado” “con la opinión de todos”. Para ello se constituirá un grupo de trabajo que espera sea “práctico” pero que cuente con expertos de servicios sociales y sanidad, los grupos políticos, las entidades locales y con los sindicatos con los que se ha reunido esta mañana.
“Lo que ha fallado ha sido la atención sanitaria en las residencias” explicaba en la rueda de prensa de presentación de los datos diarios sobre la evolución de la pandemia que ha compartido con la consejera de sanidad. “El virus no entiende de un modelo público o de un modelo privado entiende de personas y ha afectado en toda Europa y en todo el mundo a las personas más débiles”
Blanco ha hecho bandera de los 836 centros asistenciales de la comunidad, el 73% de los que están abiertos ahora mismo, que continúan sin infectados por covid 19. Actualmente hay 1.140 centros abiertos, con 675 residentes hospitalizados y1.032 residentes que han superado la infección durante este mes y medio. 718 personas residentes en alguno de estos centros han fallecido en hospitales y 1.602 fallecidos en las propias residencias.
Blanco señala que las residencias de ancianos serán “los últimos lugares en proceder a la desescalada” y manda “todo mi apoyo” a las personas que no pueden ver a sus familiares. “Las personas que están en residencias son las personas más vulnerables, son las últimas que van a entrar en la fase de desescalada” explicaba de esta manera una decisión lógica.
La consejera ha señalado que, aunque el 73% de los centros están limpios “en cualquier momento puede entrar el virus”, por lo que pide extremar la precaución. Blanco ha señalado que la mayor mortalidad se produjo entre el 31 de marzo y el 19 de abril. Esa fecha, como ha reconocido, señala la fecha del mayor número de contagios en marzo cuando no había suficiente número de equipos de protección “porque el Gobierno de España no nos los suministró”.
Blanco ha dado más datos. El 19,4% de las personas residentes en una residencia pública han sido infectadas por el 18,1% de los centros privados. Y por último un dato que anima a mantener las precauciones “cuando el virus entra en un recinto privado y con población vulnerable como una residencia la mortalidad se sitúa entre el 25% y el 30%”.