La Consejería de Empleo e Industria lanza cuatro líneas de subvenciones en régimen de concesión directa incluidas en el plan de medidas urgentes y extraordinarias frente al impacto del coronavirus para dinamizar el mercado laboral. Financiará con 10.000 euros cada contrato indefinido a personas que hayan perdido su puesto de trabajo en esta crisis y aportará 8.000 euros por cada uno realizado a mayores de 55 años en desempleo, por una duración inicial de al menos 12 meses. Las empresas que hayan incrementado sus plantillas para atender las necesidades de producción o sustituir a trabajadores de baja o con jornada reducida podrán solicitar ayudas de entre 3.500 y 10.000 euros, en función del contrato. El Ecyl contribuirá a ofrecer una segunda oportunidad a los parados y autónomos que hayan cesado definitivamente su actividad durante el estado de alarma y decidan abrir un nuevo negocio, con incentivos que pueden alcanzar los 10.000 euros.
La Consejería de Empleo e Industria, a través del Servicio Público de Empleo de Castilla y León (Ecyl), ha convocado hoy un paquete de subvenciones con un crédito inicial de 1,9 millones de euros, ampliables a 11,3 millones, dirigidas a estimular la actividad y dinamizar el mercado laboral con nuevos contratos en este complejo escenario. Estos incentivos se enmarcan en el plan de medidas urgentes y extraordinarias para la protección del tejido económico y social frente a la emergencia del COVID-19, que fue acordado en el Consejo del Diálogo Social y refrendado por los grupos parlamentarios de las Cortes.
A través de la primera línea de ayudas, la Junta respalda a las empresas de la Comunidad que formalicen contrataciones indefinidas ordinarias a tiempo completo a personas que durante el estado de alarma hayan perdido su puesto de trabajo y se hayan inscrito como desempleados en el Servicio Público de Empleo de Castilla y León (Ecyl). El presupuesto inicial de esta convocatoria es de 300.000 euros –cofinanciados por el Fondo Social Europeo (FSE)–, ampliables a 1,7 millones de euros, mientras que la cuantía de la subvención se fija en 10.000 euros por cada contrato realizado.
En segundo lugar, se establecen apoyos específicos para las compañías que incorporen a sus centros productivos a trabajadores mayores de 55 años que hayan sido despedidos o provengan de empresas que han cerrado durante el estado de alarma decretado por la emergencia del coronavirus.
En este caso, la ayuda alcanza los 8.000 euros por contrato y la empresa debe comprometerse a mantener vigente la relación con el trabajador durante al menos un año, de manera que éste tenga garantizada una prestación por desempleo.
Esta medida pretende favorecer la inserción laboral de las personas que por su edad tienen mayores dificultades de empleabilidad, especialmente en este contexto de crisis sanitaria y económica. El crédito reservado para estos apoyos asciende a un millón de euros y de esta cantidad ya están habilitados los primeros 100.000 euros.
La tercera línea de subvenciones está orientada a apoyar a las empresas de Castilla y León que aumenten su plantilla durante esta emergencia, al pertenecer a sectores que han debido incrementar su producción debido a la crisis sanitaria.
La convocatoria determina tres tipos de ayudas: de hasta 3.500 euros para cada contrato temporal con cláusula específica de interinidad, cuando sea preciso cubrir sustituciones de personas que han causado baja temporal por enfermedad o han reducido su jornada por necesidades de conciliación; de 5.000 euros para sufragar los costes de contratos en prácticas dirigidos a la adquisición de una experiencia profesional adecuada al nivel de estudios cursados, que mejore las posibilidades de acceso a un trabajo estable, y finalmente incentivos de 10.000 euros para formalizar contratos indefinidos ordinarios a tiempo completo a desempleados.
Este programa cuenta con un crédito inicial de 500.000 euros, que podrá ser elevado hasta los tres millones de euros de acuerdo con el compromiso alcanzado con el Diálogo Social.
Para terminar, el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publica también un extracto de la orden de convocatoria de subvenciones para estimular el emprendimiento, que dispone de un presupuesto de un millón de euros –ampliable hasta los 5,6 millones– cofinanciado por el FSE.
La Consejería de Empleo e Industria pretende ofrecer así una segunda oportunidad a personas que hayan perdido su empleo durante esta crisis o autónomos que hayan cesado su actividad definitivamente y decidan abrirse camino con un nuevo negocio.
Los trabajadores que apuesten por iniciar una actividad por cuenta propia podrán optar a una ayuda de 5.000 euros para financiar los primeros gastos en mobiliario y equipamiento, maquinaria, equipos informáticos o creación de páginas web, entre otros.
También podrán financiar parte del coste de contratación de los servicios externos que sean necesarios para el desarrollo de su negocio, como los relacionados con la digitalización o el teletrabajo –con una subvención de hasta 3.000 euros– y de los cursos formativos relacionados con las nuevas tecnologías o la venta ‘on-line’ –para lo que podrán recibir hasta 2.000 euros–. De esta forma, el nuevo emprendedor puede acumular una ayuda de 10.000 euros.
El Ecyl es el órgano gestor de estas cuatro líneas de ayudas, que deben solicitarse a través de la sede electrónica de la Administración de Castilla y León.