El verano del coronavirus. Los pueblos buscan un Plan B a las verbenas

A estas alturas, con el mes de mayo dando sus últimos coletazos, las fiestas más importantes del país ya han sido suspendidas. Pamplona se ha quedado sin San Fermín, Burgos sin San Pedro y Soria sin San Juan. En las grandes capitales no sonarán pasodobles pero tampoco lo último en reguetón. La 'Fiesta Pagana' de Mago de Oz no cerrará las amdrugadas de este estío durante las abarrotadas verbenas que eran más que una tradición, todo un auténtico mito.

Los pueblos más pequeños se resisten a suspender sus fiestas de verano. Así, se han cancelado la mayoría de eventos y celebraciones previstos para el mes de junio, no sucediendo lo mismo con los que están programados para los meses de julio, agosto y septiembre.

Al no existir unas directrices de instituciones superiores, como el Gobierno o la Junta de Castilla y León, la decisión depende de forma exclusiva de la corporación local. Así lo ha aclarado Benito Serrano, presidente de la Diputación Provincial de Soria, que añadía que "como Diputación no podemos imponer nada a la autonomía municipal".

Aún así, en su papel de alcalde de Golmayo, Serrano admite que "los pueblos estamos buscando un plan B" para que estos días adquieran un carácter diferenciador. Un programa de actos alternativo que, de forma más que previsible, no tendrá orquestas ni verbenas pues, según afirmaba el presidente de la institución provincial, "he podido hablar con empresas que se dedican a la contratación de espectáculos, nadie ha contratado ninguna orquesta ni verbena porque el riesgo que corres es muy grande".

Todo apunta a que con distancia de seguridad, prudencia y responsabilidad individual, se podrá celebrar alguna de las fiestas de la provincia. Todavía habrá que tener paciencia pues estos programas festivos no se conocerán hasta "una semana antes", pues deberán adaptarse a la evolución de la situación sanitaria y epidemiológica de la crisis del Covid-19.