En torno a dos centenares de personas se reúnen en el entorno de la plaza de toros de la capital para defender al toro bravo y a la tradición de la fiesta. Una cultura que "nos hace libres", fuera de otras ideologías.
Pasado el mediodía de este domingo, en torno a dos centenares de aficionados a la tauromaquia se han dado cita en las inmediaciones del coso de San Benito, en la capital, para defender la tauromaquia como un recurso cultural y económico, más allá de ideologías de un lado y de otro.
La concentración aplaudía los Sanjuanes, el mundo del toro y la libertad, con vivas a este arte y a España, antes de que el maestro José Luis Palomar diese lectura a un manifiesto en el que ha ensalzado la libertad del pueblo en la celebración de la fiesta, que ha ido sucediéndose con ritos milenarios hasta estos días, heredada de generación en generación y que "transmitiremos a nuestros nietos". Una cultura "viva" que hermana a países como Perú, Venezuela, Ecuador, Colombia, Méjico, Portugal y Francia.
En el discurso, Palomar -que ha estado acompañado por Pedro Sanz, encargado del coso soriano- ha recalcado que reyes y Papas quisieron prohibir en el pasado esta tradición, "porque les molestaba la cultura que no podían controlar", algo que no consiguieron. Sin embargo, ahora "nuevos y poderosos tribunales de la 'Inquisión' pretendenden prohibirla", aunque "tampoco lo conseguirán: la cultura no se censura, ni se puede limitar, ni reprimir".
Por ello, en la arenga también ha quedado patente que la cultura es "riqueza, diversidad, rebeldía, conlficto y creatividad". Por todo ello y por encima de otras intenciones, es "lo que nos hace libres", ha concluido.
Un cerrado aplauso concluía la concentración en la que se ha guardado también un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas.
Señalar por otro lado que el matador soriano Rubén Sanz, excusaba su ausencia al encontrarse en Olite, concretamente en la ganadería de las Hermanas Azona, manteniéndose en forma tentando reses de la ganadería navarra.