Tomás Quintana dirige sendas resoluciones a los consistorios de más de 5.000 habitantes y a las instituciones provinciales, en este caso principalmente para que asistan a los municipios más pequeños.
Ante la reapertura de las zonas de juegos infantiles, zonas deportivas y los parques biosaludables en la denominada 'nueva normalidad', el Procurador del Común se ha dirigido a los ayuntamientos de más de 5.000 habitantes y a las diputaciones provinciales, para que auxilien a los consistorios de menor población, para recomendar unas pautas que permitan su disfrute en condiciones de seguridad. Unas indicaciones que se explican por que son las entidades locales las que deben fijar, en el ejercicio de sus competencias, las condiciones de utilización de este tipo de equipamientos en aspectos tales como las limitaciones de aforo, horarios de uso, medidas higiénicas, etc., debiendo ceñirse, claro está, a las nuevas reglas y recomendaciones sanitarias que condicionan la totalidad de las actividades en la situación actual.
En cuanto a las zonas de juego infantil, se considera que las medidas habituales deben ser completadas con otras que deben disponer los Ayuntamientos, adaptadas a la nueva situación. En primer lugar y previamente a la reapertura de los espacios de juego, se debe realizar una revisión completa de los elementos y de las estructuras instaladas, procediendo a su puesta a punto y reparación de los deteriorados, dado que se encuentran a la intemperie y ha sido muy prolongado el periodo de inactividad que ha afectado, lógicamente, a la revisión periódica de los equipos y de las superficies de amortiguación. Además, en la medida de lo posible, se deben separar, en su caso, los equipos que se ubiquen a menos de dos metros de distancia entre ellos, para que se favorezca una circulación segura entre los elementos de juego y/o clausurarse alguno de ellos si no es posible. Así mismo, se debe efectuar una desinfección de todos los elementos de juego instalados, desinfección que ha de reiterarse periódicamente, especialmente en las áreas destinadas a los menores de 6 años y dentro de estas debe afectar especialmente a las zonas de contacto (barandillas, pasamanos, soportes,etc.).
Además, en la institución que encabeza Tomás Quintana, consideran muy conveniente que se informe a la ciudadanía sobre las fechas y horarios de la última desinfección. Estos datos pueden proporcionarse en los carteles indicadores que habitualmente se sitúan en las áreas infantiles o, si no fuera posible, efectuar una desinfección constante de los elementos de juego y las superficies; en su caso, pide que se valore la posibilidad de que algunas áreas permanezcan cerradas y clausuradas, al menos hasta que se reorganicen los servicios de limpieza o se atenúe más aún la situación de crisis sanitaria. Las papeleras ubicadas en las áreas de juego infantil deben limpiarse y retirarse su contenido diariamente.
A esta recomendación debe añadirse, en este momento, que este tipo de instalaciones tengan garantizados itinerarios peatonales seguros (en los que sea posible mantener la distancia) para el acceso y la salida de los recintos que ocupan, para los que pueden establecer, si resulta posible por la estructura del área, accesos diferenciados.
En cuanto a los circuitos biosaludables, que se dirigen especialmente a la práctica deportiva entre población que resulta especialmente vulnerable a la Covid-19, deben ser desinfectados con mayor frecuencia y debe ser recomendado el uso de guantes de nitrilo, dado que la mayoría de los ejercicios implican sujeciones y apoyos con las manos.
La reapertura de este tipo de instalaciones debe ir precedida de la pertinente inspección y la reposición de los elementos estructurales rotos, deteriorados y desgastados, evitando el uso de los equipos que no hayan podido ser revisados. Es imprescindible que se mantenga la integridad estructural de los equipos y que se vigile especialmente que están fijados de forma permanente a la superficie sobre la que se apoyan.
Por último, también se indica que se limite el uso de aquellos elementos que no puedan garantizar las distancias de seguridad, clausurando si fuera necesario alguno de los equipos del circuito para así mantener la distancia entre los usuarios.